Los casos de miopía en niños y niñas han ido en aumento, especialmente en contextos urbanos donde predominan hábitos como el uso excesivo de pantallas, el sedentarismo y la escasa exposición a luz natural. Esta realidad ha despertado la preocupación de los especialistas en salud visual, quienes coinciden en que los hábitos familiares juegan un rol determinante en el desarrollo o prevención de esta condición.

Para el Dr.  Alejandro Lalama, Jefe de Optometría de Óptica Los Andes (OLA)  “la salud visual de los niños está directamente influenciada por el estilo de vida en casa. Por eso, el papel del padre como modelo de hábitos saludables es crucial para evitar o ralentizar la progresión de la miopía infantil”.

A continuación, presentamos los principales factores de riesgo, prácticas cotidianas que pueden modificar el pronóstico visual de los niños y recomendaciones para implementar una prevención efectiva desde el hogar.

¿Qué es la miopía infantil y por qué aumenta?

La miopía es un defecto refractivo que impide ver con claridad los objetos lejanos. Su aparición temprana no solo afecta el rendimiento escolar y la autoestima de los menores, sino que también puede progresar rápidamente si no se detecta y controla a tiempo.

Según el especialista de Óptica Los Andes, entre los factores que favorecen su desarrollo se encuentran:

  • Uso prolongado de dispositivos electrónicos (celulares, tablets, computadores).

  • Poco tiempo de exposición a la luz natural.

  • Actividades sedentarias o en espacios cerrados.

  • Falta de rutinas de chequeo visual preventivo.

  • Dietas bajas en nutrientes esenciales para la salud ocular.

El factor papá como modelo de cambio:

En algunos hogares, el padre es visto como una figura de referencia en la formación de hábitos. Su implicación activa puede convertirse en un motor de cambio positivo. Adoptar prácticas saludables —como limitar el uso del celular en familia, promover caminatas al aire libre o involucrarse en la alimentación de los hijos— impacta directamente en la salud visual de los menores y fortalece los lazos familiares. El experto en salud visual propone las siguientes acciones para prevenir la miopía infantil desde casa:

  • Modelar el uso responsable de pantallas: establecer horarios y zonas sin dispositivos electrónicos.

  • Incentivar actividades al aire libre en familia: desde caminatas hasta deportes o juegos tradicionales.

  • Realizar chequeos visuales anuales: aún cuando no existan síntomas evidentes.

Una forma efectiva para que los padres lideren el cambio es a través del juego y la educación. Por ejemplo, pueden organizar “retos sin pantallas” donde toda la familia participe en actividades como caminatas exploratorias, búsquedas del tesoro al aire libre o sesiones de lectura física compartida.

Existen también apps y juegos de mesa que promueven pausas visuales y concientización sobre el cuidado de los ojos. Otra idea innovadora es utilizar relojes o alarmas inteligentes programadas con la regla 20-20-20, que avisen a los niños cuándo es momento de descansar la vista. Incorporar estos recursos de forma lúdica no solo fortalece el vínculo padre-hijo, sino que establece una cultura visual preventiva que perdurará en el tiempo.

Cuidar la visión infantil no es solo una tarea del especialista, sino un compromiso compartido desde el núcleo familiar. En este proceso, el rol del padre como guía y ejemplo resulta clave. Promover pequeños cambios desde el hogar es el primer paso para formar generaciones con una visión más sana

Por Yazmín Bustán

Feminista. Trabajando en visibilizar el trabajo que hacemos las mujeres,

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *