• En Tumbaco sembrando futuro.
Donde antes había maleza y abandono, hoy florece la vida. Con una intervención ambiental significativa, el proyecto Vivah de la promotora inmobiliaria Proaño | Proaño ha logrado incorporar 420 árboles nativos al paisaje del Escalón Tumbaco (220 árboles se sembraron en el espacio público y 200 en el proyecto inmobiliario), revitalizando no solo el entorno natural, sino también el sentido de comunidad en esta importante zona del nororiente de Quito.
La iniciativa, liderada por Proaño | Proaño, fue ejecutada en el pasado mes de enero, sembrando árboles con más de un metro de altura, seleccionados estratégicamente para asegurar su adaptación al terreno y clima local. Seis meses después, los ejemplares muestran un crecimiento firme y vigoroso, resistiendo con éxito la temporada seca y fortaleciendo el ecosistema.
“Desde Vivah queremos demostrar que urbanismo y naturaleza no son opuestos, sino aliados. Apostamos por un desarrollo armónico, donde cada proyecto deje una huella positiva en su entorno. Estos árboles son símbolo de vida y de nuestro compromiso con la ciudad y el planeta”, afirmó el arquitecto Joan Proaño, CEO de la promotora inmobiliaria Proaño | Proaño.
Como parte de su responsabilidad social y ambiental, la empresa también participa activamente en el programa “Quito Adopta”, encargándose del mantenimiento integral del parterre de la calle Francisco Salgado, desde la Ruta Viva hasta la Av. Oswaldo Guayasamín, incluyendo el redondel del Escalón Tumbaco. Las labores han incluido jardinería, renovación estética, pintado de bordes y recuperación del espacio público.
Estas acciones no solo embellecen el entorno, sino que promueven un sentido de pertenencia en la comunidad, reforzando valores de seguridad, unión y sostenibilidad.
En tiempos en que el cambio climático y los incendios forestales representan amenazas reales, Proaño | Proaño hace un llamado a la ciudadanía a cuidar las áreas verdes, evitar la quema de basura o pastizales, y reportar cualquier conato de incendio, ya que proteger la vegetación nativa es proteger la vida.
“Sembrar árboles es fácil, pero mantenerlos y hacerlos parte de la vida urbana requiere voluntad y visión de futuro. Por eso, cada acción verde que emprendemos es también una invitación a construir juntos un Quito más sano, resiliente y verde”, concluyó el Arq. Proaño.