El retorno a clases en la región Sierra implica un reto importante para las familias y las instituciones educativas, especialmente en cuanto a la prevención de contagios de enfermedades respiratorias y gastrointestinales. Estas afecciones suelen incrementarse con la convivencia en espacios cerrados, el cambio de clima y la interacción continua entre niños y adolescentes. En este contexto, la Dra. María Mercedes Ganán Aillón, Directora de Inteligencia Clínica de Ecuasanitas, comparte algunas medidas de preparación que pueden ayudar a minimizar los riesgos de contagio y a proteger la salud de los escolares desde el primer día de clases.

Refuerzo de la higiene personal: una defensa eficaz

El lavado correcto y frecuente de manos es la primera barrera para evitar la propagación de virus y bacterias en la comunidad escolar. “Fomentar el lavado correcto de manos, sobre todo antes de comer y después de utilizar el baño, es fundamental para reducir el riesgo de contagios respiratorios y gastrointestinales”, destaca la Dra. María Mercedes Ganán.

Esta práctica, recomendada por la Organización Mundial de la Salud y respaldada por estudios publicados en la revista Pediatrics, puede reducir hasta en un 30% la incidencia de infecciones en niños en edad escolar. Además, el uso de gel desinfectante como complemento y la educación sobre el no compartir objetos personales son acciones fundamentales para fortalecer la protección en el aula.

Alimentación nutritiva: equivalente a sistema inmune fuerte

Una alimentación equilibrada y rica en nutrientes fortalece el sistema inmunológico de los niños, disminuyendo la susceptibilidad a infecciones. Expertos en nutrición pediátrica recomiendan priorizar la ingesta de frutas, verduras, fuentes de proteína y suficiente hidratación en la lonchera escolar. La evidencia científica muestra que el consumo regular de alimentos con vitamina C, zinc y probióticos ayuda a disminuir la frecuencia y severidad de enfermedades virales y digestivas en los menores. Además, se aconseja limitar el consumo de productos ultra procesados y azúcares simples, ya que pueden afectar la digestión y aumentar la susceptibilidad a infecciones gastrointestinales al no considerarse un aporte nutricional

Controles médicos preventivos: diagnóstico y protección

Los chequeos médicos y el cumplimiento  del esquema de vacunación acorde a la edad son esenciales antes de iniciar el ciclo escolar. En palabras de la Dra. Ganán, “la prevención inicia con un diagnóstico temprano y la actualización de vacunas, lo que garantiza una mayor protección no solo para el estudiante sino también para toda la comunidad educativa”. Se recomienda incluir en la evaluación pediátrica la valoración nutricional, el control de crecimiento y un examen básico que ayude a detectar condiciones que podrían pasar desapercibidas, como anemia por varias causas o deficiencias vitamínicas que se puedan tratar eficazmente. El Ministerio de Salud Pública (MSP), enfatiza que cumplir con el esquema de vacunas ayuda a reducir significativamente los brotes en la población infantil de las diversas enfermedades.

Prácticas de prevención en casa y en la escuela

La colaboración entre familia y escuela es indispensable. Es fundamental crear entornos ventilados y desinfectar con regularidad superficies de alto contacto para prevenir el contagio de virus y bacterias. Otras medidas recomendadas incluyen no enviar a clase a niños con síntomas respiratorios, fiebre, vómito o diarrea hasta su recuperación total, y educar sobre el correcto cubrimiento de boca y nariz al estornudar o toser. Estas acciones, sumadas a una comunicación efectiva entre padres y docentes, permiten responder de manera oportuna ante posibles casos de infección y disminuyen el ausentismo escolar.

Bienestar emocional: equilibrio integral

No menos importante, el bienestar emocional también impacta en la protección frente a enfermedades. “Los niños emocionalmente estables tienden a presentar menos episodios de enfermedad y se adaptan mejor a los cambios en la rutina escolar”, explica la Dra. especialista. El acompañamiento familiar, el diálogo abierto sobre los cuidados y la promoción de actividades recreativas refuerzan la confianza y reducen la ansiedad ante el regreso a clases.

Desde Ecuasanitas, reiteramos el compromiso de acompañar a las familias ecuatorianas en la protección del bienestar de sus hijos. La prevención, la promoción de hábitos saludables y el acceso a controles médicos oportunos constituyen la mejor estrategia para asegurar un regreso a clases seguro, continuo y libre de enfermedades prevenibles. Trabajando juntos, garantizamos un entorno educativo más sano y preparado para los desafíos académicos propios del nuevo ciclo escolar.

Por Yazmín Bustán

Feminista. Trabajando en visibilizar el trabajo que hacemos las mujeres,

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