- El informe de Nuek revela que en Ecuador el efectivo sigue siendo el preferido, pero las compras por Internet comienzan a inclinar la balanza hacia medios de pago digitales.
- En su último estudio, la compañía constata que, si bien el uso de pagos digitales continúa creciendo, persisten obstáculos estructurales que impiden una experiencia verdaderamente universal, segura e interoperable para millones de personas.
Aunque la digitalización de los pagos avanza a paso firme en Europa y América Latina, millones de personas siguen sin poder elegir cómo pagar. Así lo revela el nuevo informe de Nuek, compañía tecnológica especializada en infraestructura de pagos de Minsait (Indra Group), que identifica las principales brechas que aún frenan una experiencia financiera verdaderamente universal, segura y sin fricciones.
Ecuador se mantiene como uno de los países donde el efectivo sigue siendo el protagonista de los pagos presenciales, superando el 60% de las transacciones realizadas por la población bancarizada. Sin embargo, el informe identifica un cambio de comportamiento en el canal online: allí, las transferencias bancarias, incluidas las inmediatas, se posicionan como el método más utilizado y preferido por los usuarios, por encima de las tarjetas físicas.
El estudio, “La digitalización y democratización de los pagos del consumidor”, que hoy presenta la compañía, ha sido elaborado junto a AFI (Analistas Financieros Internacionales) y se basa en más de 5.200 encuestas realizadas en Colombia, Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, México, Perú, República Dominicana, Uruguay, España, Italia, Portugal y Reino Unido. Entre sus principales hallazgos, destaca que el 66% de los consumidores bancarizados en estos países tuvo que usar un método de pago distinto al que hubiese preferido durante el último año, ya sea por falta de aceptación, deficiencias tecnológicas o restricciones operativas.
“Cuando el 66% de los usuarios no puede pagar como quiere, el problema no es de tecnología. Es de diseño. En Nuek creemos que la verdadera innovación en pagos no consiste en ofrecer más opciones, sino en ofrecer una experiencia que simplemente funcione, sin pensar, sin adaptarse, sin frenar”, afirma Javier Rey, director ejecutivo de Nuek.
El informe además confirma que el efectivo, aunque en retroceso, sigue siendo dominante en contextos donde no hay alternativas reales, como ocurre en Ecuador, donde más del 60% de los pagos presenciales se siguen realizando en cash.
Las tarjetas de débito se consolidan como principal medio de pago en mercados como España, Portugal, Chile y Uruguay, mientras que en México y Brasil compiten con las tarjetas de crédito. También crecen con fuerza los pagos desde cuenta, gracias a soluciones como Pix (Brasil), MBWay (Portugal) o Bizum (España). En Argentina, Colombia y Perú, las transferencias inmediatas comienzan a consolidarse como opción habitual.
El pago sin contacto, por su parte, se consolida como norma. Más del 60% de los usuarios con dispositivos inteligentes lo utiliza habitualmente. Pero el fenómeno va más allá: el 70% de los usuarios en países como Colombia, México o Perú desea extender este modelo a otras acciones, como confirmar una operación, enviar dinero o vincular una nueva tarjeta con un solo toque.
Esta nueva forma de relacionarse con el dinero no es solo más rápida. Es más intuitiva, más accesible y alineada con los hábitos móviles y digitales de la mayoría. Lo que hasta hace poco era una innovación tecnológica, hoy se convierte en una expectativa básica del consumidor.
Seguridad, biometría e identidad: un nuevo estándar
Uno de los grandes cambios que identifica el informe es la consolidación de la biometría como estándar de autenticación. Un 63% de los usuarios con dispositivos inteligentes utiliza actualmente su huella o rostro para autorizar pagos. En América Latina, esta preferencia se asocia con la sensación de mayor seguridad. En Europa, pesa más la rapidez y comodidad del gesto.
Este cambio se produce en paralelo al avance de tecnologías como la tokenización, que reemplaza los datos reales de la tarjeta por un código único —el token— que se transmite durante la transacción. Según el informe, una de cada tres transacciones de e-commerce en España ya está tokenizada, lo que ha permitido reducir el fraude hasta en un 60% e incrementar la tasa de autorización en un 5%. La seguridad deja de ser un obstáculo y se convierte en facilitador de experiencia.
El informe también revela una amplia predisposición a adoptar una identidad digital única. El 70% de los usuarios latinoamericanos y el 60% de los europeos estarían dispuestos a utilizar una sola credencial para pagar, identificarse y realizar operaciones financieras o de acceso a servicios. Este cambio de paradigma anticipa una convergencia entre los mundos de la identidad, la autenticación y la transacción.
Cinco desafíos que la industria aún no ha resuelto
Pese al avance, el informe plantea cinco fricciones estructurales que la industria aún debe resolver si quiere cumplir la promesa de una experiencia de pago verdaderamente universal, segura y sin fricciones.
Primero, el acceso sigue siendo desigual: tener medios de pago digitales no garantiza poder usarlos en todos los contextos.
Segundo, la seguridad aún se percibe como fricción: aunque tecnologías como la biometría y la tokenización ya mejoran la experiencia, muchos usuarios siguen enfrentando procesos lentos o poco intuitivos al pagar.
Tercero, falta integración: los sistemas de pagos no siempre funcionan igual entre países, bancos o plataformas, lo que obliga al usuario a adaptarse.
Cuarto, pagar es cada vez más una forma de identificarse, y eso requiere reglas claras y tecnología confiable.
Y quinto, la experiencia aún no es invisible: el objetivo ya no es solo pagar sin contacto, sino sin obstáculos, sin interrupciones, sin esfuerzo.