• Según la Organización Panamericana de Salud, en América Latina, los trastornos mentales graves entre jóvenes aumentaron de 4 % a 6.4 % entre 2015 y 2018.
  • En Ecuador, según investigaciones de la Universidad Particular de Loja, se estima que el 95% de las personas con trastornos mentales no reciben tratamiento.

En América Latina, los trastornos mentales graves entre jóvenes aumentaron de 4 % a 6.4 % entre 2015 y 2018, así mismo los episodios depresivos pasaron del 8.4 % al 11.3 %, según las estimaciones de la OPS y la SAMHSA. En Ecuador, los retos en salud mental también han crecido, lo que refuerza la importancia de incorporar el bienestar emocional como una prioridad en nuestras rutinas de cuidado personal y familiar.

Incluir la salud emocional como parte de los chequeos anuales, al igual que los exámenes físicos o de laboratorio, es clave para un cuidado integral. Consultar con profesionales de la salud mental no debería verse como un recurso de emergencia, sino como una inversión en calidad de vida que fortalece nuestras capacidades para afrontar los retos cotidianos.

“El bienestar emocional ya no es un tema individual, es un asunto colectivo que está marcando la agenda de la Salud Pública. Cada vez más personas enfrentan retos emocionales que, si no se atienden a tiempo, pueden afectar su vida familiar, laboral y social. Incluir el cuidado emocional en la rutina, al igual que cualquier otro chequeo médico, no solo ayuda a prevenir crisis, sino que fortalece la capacidad de adaptación y resiliencia. Un plan de atención que integre este enfoque es una herramienta poderosa para construir comunidades más fuertes y personas más plenas”, menciona la Dra. Margarita Barahona, Subgerente médica de Humana.

La cultura de prevención se construye con decisiones pequeñas pero constantes. Pensar en salud emocional es pensar a largo plazo, porque el bienestar no es un lujo, es una necesidad que impacta a toda la familia. Priorizar el bienestar emocional no es una moda ni una tendencia, es una inversión con impacto real en el presente y en el futuro. Cuidar nuestra mente y nuestras emociones fortalece la manera en que enfrentamos los desafíos, mejora nuestras relaciones y nos permite disfrutar plenamente de la vida.

Por Yazmín Bustán

Feminista. Trabajando en visibilizar el trabajo que hacemos las mujeres,

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