Por: Mgtr. Javier Lecaro Plaza docente de Comercio Exterior y Aduanas, UIDE
Según datos del Servicio Nacional de Aduana del Ecuador (SENAE, 2025), hasta mediados de 2025, más de un millón de paquetes ingresaban anualmente al país bajo el régimen especial de courier, conocido como 4×4 o 2×2. Este esquema permitía importar paquetes de hasta 2 kg y 200 dólares sin pagar impuestos.
Con la nueva reforma, toda mercancía que ingrese por mensajería rápida o courier está sujeta al pago de tributos. En los consumidores, la reforma implica una mayor probabilidad de pagar tributos en envíos pequeños que antes podían pasar sin revisión, lo que se traduce en el encarecimiento de artículos de muy bajo valor como accesorios, muestras o piezas pequeñas y en posibles demoras adicionales debido a los controles aduaneros en envíos internacionales.
En el caso de emprendedores y PYMES, el impacto es doble. Por un lado, muchos pequeños negocios que dependían de insumos importados en envíos reducidos ven limitada su competitividad. Por otro, la reforma puede ser un incentivo para migrar hacia importaciones más formales y consolidadas, optimizando costos mediante volumen (Expreso, 2025).
El Gobierno sostiene que la eliminación del beneficio responde a tres objetivos principales: incrementar la recaudación tributaria en un contexto de necesidad fiscal urgente, proteger la producción nacional, especialmente en sectores como el textil, calzado y accesorios, y regular el ingreso de mercancías que competían de forma desleal con el comercio formal (El Universo, 2025). No obstante, expertos en comercio exterior advierten que esta medida podría desincentivar el consumo interno y fomentar prácticas de contrabando, particularmente en zonas fronterizas.
La reforma 2×2 marca un giro en la política aduanera ecuatoriana. Mientras fortalece la recaudación estatal y busca dar un respiro a la producción nacional, afecta de manera directa al consumidor final y a los emprendedores que dependían del courier. El reto está en que esta transición no debilite la dinámica comercial ni alimente la informalidad, sino que se convierta en una oportunidad para profesionalizar las importaciones y fortalecer el mercado interno.