La transición hacia energías renovables ya no es una opción, sino una necesidad global. Según la Agencia Internacional de Energía Renovable (IRENA), la capacidad instalada de energía solar fotovoltaica en el mundo creció más de un 25% en el último año, consolidándose como una de las fuentes más competitivas y sostenibles para la generación eléctrica.

En Ecuador, esta tendencia empieza a acelerarse. Solo en el último año, la demanda de sistemas solares residenciales creció un 325%, un indicador claro del interés de los hogares por acceder a energía limpia y autosuficiente. Sin embargo, el peso de la energía solar en la matriz eléctrica nacional aún es incipiente, ya que solo aporta con el 1% de la generación total, lo que evidencia el potencial de crecimiento del sector.

Un mercado en expansión

Aunque en 2023 el país contaba con apenas 29 MW de capacidad instalada solar, las proyecciones apuntan a que Ecuador podría alcanzar cerca de 400 MW en 2030, impulsado por proyectos públicos y privados. Actualmente existen más de 1.290 sistemas solares distribuidos, que suman una potencia superior a 60 MW, aunque solo el 0,2% de los hogares utiliza paneles solares para alumbrado.

Cabe mencionar que, la inversión privada ya juega un rol clave con la inversión de más de USD 50 millones que se han destinado a proyectos de pequeña escala, con expectativas de cuadruplicarse en los próximos años.

En este panorama, AIRIS se ha consolidado en sus 10 años en Ecuador como un actor fundamental para acelerar la transición energética. La compañía ha instalado más de 400 sistemas solares en el país, con una participación de mercado superior al 30% en generación para autoconsumo, y ha ayudado a evitar la emisión de 5.200 toneladas de CO₂ desde 2022.

Con su nueva marca SOLÉ, AIRIS responde a la creciente demanda residencial y de pymes con soluciones accesibles y prácticas, como los kits Solar Guard que permiten desde abastecer guardias de seguridad con energía limpia.

Para Javier Acosta, CEO de AIRIS Ecuador, el país está frente a una oportunidad única que consiste en apostar por la energía solar como una alternativa estratégica que combine sostenibilidad, competitividad y seguridad energética.

El ejecutivo menciona que “El mundo avanza hacia una vida más sostenible y Ecuador no puede quedarse atrás. Nuestra visión es clara, por lo que buscamos acercar la energía limpia y la innovación tecnológica a todos los hogares y empresas del país. Eso implica fomentar políticas públicas que impulsen la autogeneración, el impulso de energías limpias y, sobre todo, generar conciencia de que la sostenibilidad es también una decisión inteligente en los negocios”.

El desafío de la próxima década será escalar estas iniciativas y cerrar la brecha entre las tendencias globales y la realidad local. AIRIS se proyecta como un aliado estratégico en este proceso, impulsando un futuro más eficiente, competitivo y responsable para el país.

Por Yazmín Bustán

Feminista. Trabajando en visibilizar el trabajo que hacemos las mujeres,

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *