• El 70 % del agua dulce disponible en Ecuador se destina a la agricultura, según datos del INAMHI .

Sin embargo, los periodos de estiaje cada vez más prolongados están reduciendo la disponibilidad hídrica y obligando al campo a repensar su manera de producir.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (INAMHI), Ecuador ha experimentado una reducción de hasta el 40% en las precipitaciones en varias provincias de la Costa y la Sierra durante los últimos años, afectando directamente la productividad agrícola. En épocas de estiaje (cuando las fuentes de agua se reducen al mínimo) los agricultores enfrentan el reto de mantener sus cosechas sin agotar los recursos naturales.

Frente a este panorama, el concepto de productividad sostenible cobra especial relevancia. Implica mantener y mejorar los rendimientos agrícolas sin comprometer el equilibrio ambiental, a través de tecnologías que optimizan el uso del agua, fortalecen la resiliencia de los cultivos y promueven prácticas responsables en el campo ecuatoriano.

“En épocas de estiaje, la productividad sostenible implica apoyar al agricultor con herramientas que le permitan aprovechar cada gota de agua y mantener cultivos vigorosos. Nuestras soluciones, como bioestimulantes y fungicidas con efecto en tolerancia al estrés, ayudan a las plantas a resistir mejor las condiciones climáticas extremas”, afirmó Stephanie Valquinta, gerente para el negocio de Soluciones para la Agricultura de BASF Ecuador.

Entre las herramientas que acompañan esta visión se encuentra Kelpak®, un bioestimulante natural elaborado a partir del alga marina Ecklonia maxima, que estimula el crecimiento radicular, mejora la absorción de agua y nutrientes y reduce el estrés fisiológico de las plantas. Su uso permite fortalecer la estructura de los cultivos y mantener su productividad en momentos críticos.

Diversos cultivos en el país están incorporando fungicidas que contienen F500® (pyraclostrobin), una tecnología desarrollada para ofrecer control de enfermedades junto con beneficios fisiológicos. Esta tecnología contribuye a mejorar la salud de las plantas y su tolerancia al estrés, lo que puede traducirse en un desarrollo más equilibrado y resiliente frente a condiciones adversas.

Entre los productos del portafolio de Soluciones para la Agricultura de BASF que incluyen esta tecnología en distintas concentraciones se encuentran: Elmus®, utilizado en flores; Vivace®, Cabrio® Top y; Melyra®, para papa y otros vegetales; Abacus® y Crelyon®, ambos con registro en maíz; Seltima®, para el cultivo de arroz y Comet Gold®, con aplicaciones en varios cultivos.

Con su enfoque en innovación y sostenibilidad, BASF reafirma su compromiso de largo plazo con los agricultores ecuatorianos, acompañándolos en la construcción de un campo más productivo, resiliente y preparado para enfrentar los efectos del cambio climático.

“Tenemos la misión conjunta con agricultores, agrónomos y otros socios de transformar la agricultura para mejorarla. Por ejemplo, conectando tecnologías digitales para ayudar a lograr una aplicación reducida y más específica de los productos fitosanitarios. Innovamos continuamente en busca de soluciones que sean valoradas por la sociedad, como productos químicos convencionales con bajos índices de toxicidad, semillas resistentes a las plagas y productos biológicos” agregó Stephanie Valquinta.

Agricultura, el trabajo más valioso de la Tierra.

Acerca de BASF Soluciones para la Agricultura

Todo lo que hacemos, lo hacemos por amor a la agricultura. La agricultura es fundamental para proporcionar alimentos suficientes, saludables y asequibles a una población en rápido crecimiento, reduciendo al mismo tiempo el impacto ambiental. Es por este motivo que trabajamos con socios y expertos para integrar nuestros compromisos de sustentabilidad en todas nuestras decisiones de negocio. Con €919 mil millones en 2024, invertimos en una sólida estructura de I+D, combinando ideas innovadoras con acciones concretas en el campo. Nuestras soluciones están diseñadas para los diversos sistemas productivos. Conectamos semillas y eventos biotecnológicos, productos de protección de cultivos, soluciones digitales e iniciativas de sostenibilidad con el objetivo de ayudar a los agricultores, agricultoras y otros actores de la cadena productiva para que logren los mejores resultados. Con equipos de expertos en nuestros laboratorios, fábricas, oficinas y en el campo, hacemos todo lo que está a nuestro alcance para construir un futuro sustentable en la agricultura. En 2024, nuestra división generó ventas de €9,8 mil millones. Para más información, visítenos en www.agriculture.basf.com o en nuestros canales de redes sociales.

Por Yazmín Bustán

Feminista. Trabajando en visibilizar el trabajo que hacemos las mujeres,

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