En un mundo educativo en constante evolución, enseñar inglés ya no es solo una cuestión de gramática o vocabulario, sino de conectar con estudiantes diversos, adaptarse a nuevas metodologías y responder a las demandas de una realidad cada vez más global.

Con esa visión, el Centro Ecuatoriano Norteamericano (CEN), en colaboración con Pearson Education, trajo al Ecuador al reconocido experto internacional Dr. Ken Beatty, quien compartió con el equipo docente una serie de buenas prácticas que todo profesor de inglés debería dominar y perfeccionar.

A partir de esa experiencia, se identificaron cinco enfoques clave en la enseñanza del inglés que, al ser bien aplicados, pueden marcar una diferencia significativa en el aula:

  1. Seleccionar actividades de aprendizaje pertinentes: Una enseñanza del inglés efectiva no solo depende de qué se enseña, sino de cómo se enseña. Elegir actividades relevantes es fundamental para que el aprendizaje sea significativo. Estas deben estar alineadas con los objetivos de aprendizaje, pero también considerar el nivel de los estudiantes, sus intereses y estilos de aprendizaje. “Las actividades deben tener sentido para los estudiantes, estar contextualizadas y ser motivadoras”, afirma Deborah Chiriboga High, directora general del CEN.

Metodologías activas como el aprendizaje basado en proyectos (ABP) y el aprendizaje colaborativo permiten diseñar tareas más ricas y participativas, donde los estudiantes aplican el idioma para resolver problemas reales y desarrollan habilidades como el pensamiento crítico. Actividades bien seleccionadas no solo mejoran la comprensión del contenido, sino que aumentan la participación y el compromiso en el aula.

  • Presentar las actividades de forma estructurada: La presentación clara de las actividades es esencial para que los estudiantes comprendan qué deben hacer y cómo hacerlo. Instrucciones bien organizadas, acompañadas de ejemplos visuales y concretos, facilitan la ejecución de las tareas y aumentan la participación del estudiante.
  • Incorporar herramientas digitales para potenciar la enseñanza: El uso de herramientas digitales como Quizlet, Kahoot o Wordwall también contribuye a estructurar mejor las actividades. Estas plataformas permiten introducir contenidos de forma interactiva y ordenada, reforzando el vocabulario, la gramática y la comprensión a través de dinámicas adaptadas a distintas edades y niveles, e incrementando el involucramiento del estudiante en su proceso de aprendizaje.
  • Formular preguntas que promuevan la reflexión: Hacer las preguntas correctas puede transformar una clase. En lugar de usar preguntas cerradas que solo requieren respuestas simples, es más efectivo plantear interrogantes que lleven al estudiante a analizar, argumentar y explicar sus ideas. Este enfoque no solo estimula el pensamiento crítico, sino que también enriquece la práctica del inglés al fomentar respuestas más elaboradas y significativas.
  • Verificar la comprensión de forma efectiva: Evaluar no se trata solo de poner una nota, sino de identificar si los estudiantes realmente están aprendiendo. Herramientas como rúbricas, retroalimentación inmediata o autoevaluaciones ayudan a detectar dificultades a tiempo y permiten ajustar la enseñanza según las necesidades del grupo. Este tipo de evaluación fomenta un aprendizaje más personalizado y continuo, donde el docente acompaña activamente el progreso del estudiante.
  • Proporcionar retroalimentación constructiva: Dar retroalimentación no es simplemente corregir, sino guiar. Comentarios específicos, oportunos y orientados a la mejora ayudan a que los estudiantes comprendan sus errores y avancen con mayor confianza. Incluir la coevaluación entre pares también potencia el aprendizaje, ya que promueve la reflexión y la colaboración dentro del aula.
  • Fomentar la motivación del estudiante: Otro factor clave es la motivación. Diseñar actividades que conecten con los intereses personales de los estudiantes y establecer metas claras puede marcar una gran diferencia. “Cuando el estudiante entiende por qué hace una actividad y ve su progreso a través de la retroalimentación, se siente más comprometido y seguro con su proceso de aprendizaje”, concluye Chiriboga High.

En definitiva, enseñar inglés va más allá de seguir un libro. Implica tomar decisiones pedagógicas conscientes que prioricen la participación, la motivación y el uso real del idioma dentro y fuera del aula.

Por Yazmín Bustán

Feminista. Trabajando en visibilizar el trabajo que hacemos las mujeres,

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