Con la llegada de noviembre, empiezan también los compromisos que anuncian la temporada navideña: reuniones con amigos, cenas familiares, intercambios y celebraciones que llenan la agenda de momentos especiales. Es una época en la que la casa se convierte en el punto de encuentro y donde cada gesto suma. Por eso, ser un buen invitado no solo implica llegar con buena actitud, sino también con detalles que reflejen consideración, buen gusto y espíritu festivo. Desde Deprati, compartimos una guía práctica para disfrutar de cada encuentro con armonía, funcionalidad y un toque de elegancia.
“Ser un buen invitado no solo tiene que ver con ese postre que mejor sabes hacer, sino con cómo aportas a la experiencia. La presencia de alguien en un evento también se expresa a través del diseño, la organización y los objetos que elige para llevar ese momento”, comenta Andrés Barrionuevo, coordinador de diseño en Deprati.
- Llega preparado: el detalle que marca la diferencia
Llevar algo hecho por ti siempre es un acierto. Puede ser un postre, una entrada o una bebida especial, pero la presentación es clave. Opta por fuentes de cerámica o vidrio con tapa, bandejas de madera natural o contenedores reutilizables que mantengan tus preparaciones ordenadas y con buena estética. “Los accesorios de cocina disponibles en Deprati están diseñados para acompañar cada paso: desde cocinar hasta servir. Son piezas que combinan funcionalidad con una estética moderna y cálida”, explica Barrionuevo.
Y si deseas dejar el recipiente como obsequio, será un detalle que el anfitrión apreciará y recordará.
- Colabora con estilo
Un buen invitado se ofrece a ayudar, pero lo hace con buen gusto. Si vas a servir o apoyar en la mesa, usa bowls versátiles, tablas de presentación o bandejas decorativas que permitan organizar sin saturar el espacio. “Menos, es más. La tendencia es simplificar el menaje con piezas multifuncionales, fáciles de combinar y de mantener. Esto no solo hace que el ambiente se vea más armónico, sino que facilita la convivencia”, añade el diseñador.
Evita los excesos y apuesta por utensilios prácticos que aporten equilibrio visual y comodidad.
- Cuida la estética y el ambiente
Ser un buen invitado también es valorar el entorno. Puedes contribuir llevando una vela aromática, servilletas de lino, copas con diseño elegante o una pieza decorativa que complemente la mesa. “El ambiente influye en cómo nos sentimos. En Deprati apostamos por materiales que transmiten calidez como maderas claras, cerámica artesanal, textiles naturales, porque hacen que el espacio se sienta más humano y acogedor”, señala Barrionuevo.
Un ambiente cuidado invita a quedarse más tiempo y disfrutar con calma, algo que tu anfitrión siempre agradecerá.
- Deja huella con un gesto auténtico
Un buen invitado siempre deja una impresión positiva. No necesitas un gran regalo, basta con un detalle pensado: un set de tazas, utensilios de bambú, una vela decorativa o un pequeño florero. Son objetos útiles que demuestran atención y aprecio por el momento compartido. “Los productos que elegimos para regalar también hablan de nosotros. Cada pieza debe tener un propósito: hacer la vida más bella y sencilla”, señala Barrionuevo.
- El arte de disfrutar con intención
Ser un buen invitado es mucho más que seguir reglas: es celebrar el encuentro, cuidar los detalles y disfrutar de los momentos compartidos con autenticidad. Con actitud positiva, empatía y los utensilios adecuados, cualquier reunión puede convertirse en una experiencia memorable.
Al final, los mejores invitados no solo llegan con algo en las manos, sino con disposición para sumar y disfrutar de lo verdaderamente importante: estar juntos.
Deprati Hogar donde nace la inspiración, y los buenos momentos empiezan con los pequeños detalles. Cada pieza está pensada para transformar los espacios en lugares que invitan al encuentro, fortalecen los lazos y acompañan esos instantes que se vuelven recuerdos. Porque cuando el diseño se une con la calidez, cada ocasión se vuelve realmente especial.