Por: Tania Palacios. Docente de Negocios UIDE Guayaquil

Guayaquil, tradicionalmente considerada la capital económica del Ecuador, ha comenzado a consolidarse como un punto clave en la red logística regional gracias a su ubicación geoestratégica, su infraestructura portuaria en crecimiento y sus conexiones con los principales mercados del mundo. Este posicionamiento ha despertado el interés de analistas y operadores internacionales, que ven en la ciudad un nodo con alto potencial para convertirse en el hub logístico del Pacífico sur.

La ciudad alberga el Puerto Marítimo de Guayaquil, por donde se moviliza más del 70 % del comercio exterior del país. Además, desde 2019, el desarrollo y operación del Puerto de Aguas Profundas de Posorja, administrado por DP World, ha permitido el arribo de buques tipo Post Panamax, incrementando la capacidad de carga hasta 750 mil TEUs anuales, con proyección a superar el millón en los próximos años. Este puerto cuenta con 16,5 metros de calado, lo que lo convierte en uno de los más profundos de la costa pacífica sudamericana.

A nivel aéreo, Guayaquil cuenta con el Aeropuerto Internacional José Joaquín de Olmedo, reconocido por su eficiencia y capacidad de carga, además de una red vial en expansión que conecta a la ciudad con los principales centros productivos del país, incluyendo la Sierra y la Amazonía. Esta articulación terrestre, aérea y marítima configura un ecosistema logístico multimodal, que ha comenzado a atraer el interés de zonas francas, plataformas de e-commerce y centros de distribución regional.

Sin embargo, el camino hacia la consolidación como hub regional no está exento de obstáculos. La inseguridad en rutas logísticas, el limitado control sobre el crimen organizado en zonas portuarias, así como los procesos aduaneros aún burocráticos, encarecen y ralentizan la operación logística. A esto se suma la limitada red de tratados de libre comercio que posee Ecuador, lo que reduce su competitividad frente a otros puertos de la región como Callao (Perú), Cartagena (Colombia) o Valparaíso (Chile), países que cuentan con acuerdos comerciales estratégicos con Asia, Estados Unidos y Europa.

A pesar de ello, expertos en logística y comercio internacional coinciden en que, con una visión estratégica, inversión sostenida en digitalización aduanera, alianzas público-privadas e incentivos a la inversión extranjera, Guayaquil tiene una oportunidad única para reposicionarse como un eje de distribución clave en la Cuenca del Pacífico. Este reposicionamiento podría traducirse en un incremento significativo de empleo formal, atracción de industrias de valor agregado y fortalecimiento del papel de Ecuador en las cadenas globales de suministro.

Guayaquil no solo tiene el potencial, sino también la urgencia de transformarse en un hub logístico regional. En un contexto global donde la eficiencia logística y la resiliencia de las cadenas de suministro son factores críticos, la ciudad puede convertirse en una pieza estratégica en la integración comercial sudamericana con Asia-Pacífico.

Por Yazmín Bustán

Feminista. Trabajando en visibilizar el trabajo que hacemos las mujeres,

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