La hepatitis es una enfermedad silenciosa que puede avanzar durante años sin manifestar síntomas, afectando progresivamente al hígado sin que la persona lo advierta. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, más de 350 millones de personas en el mundo conviven con hepatitis viral, muchas de ellas sin diagnóstico. En Ecuador, el Ministerio de Salud Pública ha identificado a los tipos B y C como una prioridad de salud pública, debido a su alta carga de enfermedad, su potencial de volverse crónicos y la baja tasa de detección temprana.
Cada 28 de julio se conmemora el Día Mundial contra la Hepatitis, una fecha que busca poner en el centro del debate una enfermedad que sigue estando subdiagnosticada y poco visibilizada. Sin embargo, cuidar el hígado —órgano responsable de más de 500 funciones vitales en el organismo, entre ellas filtrar toxinas, metabolizar medicamentos, producir proteínas y almacenar energía— no requiere de tratamientos complejos ni de grandes sacrificios. Pequeñas acciones cotidianas pueden marcar la diferencia.
“Lo que vuelve a la hepatitis tan peligrosa es justamente su invisibilidad. El hígado no duele, y eso hace que las personas no sospechen que algo anda mal hasta que ya es muy tarde”, explica la Dra. Paulina Gerka, especialista en medicina interna de Clínica Internacional. Por eso, además de una vida saludable, la medicina preventiva es la mejor herramienta para cuidarse a tiempo.
A continuación, algunas recomendaciones esenciales para mantener tu hígado en buen estado:
1. Alimentación equilibrada: el primer paso para un hígado saludable
Una dieta rica en frutas, vegetales, legumbres, cereales integrales y proteínas magras como pescado o pollo puede apoyar significativamente la función hepática. En contraste, el exceso de azúcares, alimentos ultraprocesados, frituras y grasas saturadas representa una carga tóxica para este órgano.
“Una alimentación desbalanceada puede derivar en acumulación de grasa en el hígado, lo que puede desencadenar enfermedades como la esteatosis hepática no alcohólica, cada vez más frecuente incluso en personas jóvenes”, alerta la Dra. Paulina Gerka especialista en medicina interna de Clínica Internacional.
2. Hidratación adecuada y alcohol con moderación
Beber suficiente agua diariamente ayuda al hígado a eliminar toxinas. En cambio, el consumo excesivo de alcohol —aunque sea esporádico— puede afectar sus funciones y acelerar el deterioro hepático, sobre todo si existen otros factores de riesgo como obesidad o antecedentes familiares.
3. Evita la automedicación: un riesgo innecesario
El uso indiscriminado de medicamentos sin prescripción médica, como analgésicos, antiinflamatorios o suplementos “naturales”, puede sobrecargar el hígado y comprometer su capacidad de desintoxicación. Siempre es recomendable consultar a un profesional antes de iniciar cualquier tratamiento.
4. Chequeos preventivos: detectar a tiempo puede salvar vidas
Una de las acciones más efectivas para prevenir complicaciones graves es realizarse controles médicos periódicos, destaca Gerka “Los chequeos no solo permiten detectar a tiempo una enfermedad hepática, también son una oportunidad para cambiar hábitos y evitar que el daño avance. La prevención es siempre más efectiva que el tratamiento”.
Un análisis de sangre puede detectar alteraciones hepáticas o confirmar la presencia de virus como el de la hepatitis B o C. También existen vacunas seguras para prevenir la hepatitis A y B, recomendadas especialmente en población pediátrica, personal de salud y personas con enfermedades crónicas.
Cuidar del hígado no requiere fórmulas complicadas ni grandes sacrificios. Con decisiones conscientes en la alimentación, evitando excesos y priorizando los chequeos médicos, es posible prevenir daños silenciosos que pueden tener consecuencias graves en el futuro. Prestar atención a la salud hepática no es solo una recomendación médica: es una forma responsable de cuidar tu bienestar a largo plazo. Porque sí, cuidar tu hígado es más fácil de lo que crees. Y empezar hoy puede marcar la diferencia para toda la vida.