El cáncer de pulmón ha sido tradicionalmente vinculado al tabaquismo, pero en Latinoamérica, nuevos factores de riesgo emergen silenciosamente, contribuyendo al aumento de casos incluso en personas no fumadoras. El Dr. Maldonado, especialista en oncología de Cleveland Clinic, comparte las claves para comprender este panorama cambiante, los avances en su tratamiento y las recomendaciones para la prevención.
Contaminación, genética y humo de leña: los otros factores de riesgo
Si bien el consumo de tabaco sigue siendo la principal causa del cáncer de pulmón, el panorama latinoamericano revela otros riesgos alarmantes:
- Contaminación ambiental: Las grandes ciudades de la región presentan elevados niveles de partículas finas (PM2.5), que incrementan significativamente el riesgo de desarrollar cáncer pulmonar.
- Exposición ocupacional: Trabajadores expuestos a sustancias como asbesto, arsénico, radón y otros carcinógenos enfrentan un peligro latente.
- Antecedentes familiares: La predisposición genética no debe subestimarse. Quienes tienen familiares que han padecido la enfermedad deben extremar precauciones.
- Humo de leña: En zonas rurales, el uso prolongado de leña para cocinar sin ventilación adecuada es un factor determinante y poco visibilizado.
“El cáncer de pulmón ya no es exclusivo de los fumadores; factores como la contaminación ambiental y la exposición al humo de leña están aumentando los casos en personas que nunca han fumado. La clave está en la prevención y la detección temprana”, afirma el especialista de Cleveland Clinic.
Síntomas que suelen pasar desapercibidos
Detectar el cáncer de pulmón en fases tempranas es un reto, ya que los síntomas iniciales se confunden fácilmente con otras afecciones respiratorias:
- Tos persistente: Frecuentemente atribuida a bronquitis o infecciones.
- Dificultad para respirar: Puede parecer asma o EPOC.
- Dolor torácico: Suele confundirse con molestias musculares o cardíacas.
- Hemoptisis (sangrado al toser): Aunque es más específica, se puede asociar erróneamente a infecciones pulmonares.
La similitud de estos síntomas con enfermedades comunes retrasa el diagnóstico, lo que reduce las probabilidades de un tratamiento exitoso.
Tecnología y tratamientos de vanguardia
La medicina ha avanzado a pasos agigantados en la lucha contra este cáncer. Hoy, la detección y el tratamiento son menos invasivos y más efectivos. “Hoy contamos con herramientas como la tomografía computarizada de baja dosis y las biopsias líquidas, que nos permiten detectar el cáncer de pulmón en etapas tempranas y sin procedimientos invasivos. Además, las nuevas terapias dirigidas e inmunológicas han revolucionado el tratamiento, ofreciendo mejores resultados y calidad de vida para los pacientes”, asegura el dr. Maldonado.
Prevención y recomendaciones clave
El Dr. Maldonado aconseja:
- Realizar chequeos médicos regulares si existen antecedentes familiares o exposición a factores de riesgo.
- Evitar el humo de segunda mano y reducir la exposición a contaminantes.
- Usar mascarillas protectoras en entornos laborales con químicos o polvo.
- Mantener una dieta rica en antioxidantes y practicar ejercicio físico regularmente.
- Consultar sobre pruebas de detección temprana, como la LDCT, especialmente para quienes pertenecen a grupos de alto riesgo.
En los últimos años, el perfil del paciente con cáncer de pulmón ha cambiado. Cada vez son más los no fumadores diagnosticados, particularmente en grandes urbes donde la contaminación y la exposición a sustancias tóxicas son cotidianas. Las partículas finas y los agentes químicos del ambiente urbano están directamente vinculados al desarrollo de enfermedades respiratorias crónicas y cáncer. El cáncer de pulmón no discrimina y sus causas son cada vez más diversas. La información y la prevención siguen siendo las mejores armas para enfrentarlo.