Los trabajos se iniciaron hace más de 3 semanas. Ya se han retirado módulos, soportes de tubería y otras partes de la estructura que colapsó el pasado 19 de marzo
Con el uso de maquinaria y equipos especiales, un grupo de técnicos de la Concesionaria CONORTE, proceden de forma controlada con el desmontaje del puente Gonzalo Icaza Cornejo, entre la parroquia Magro y la cabecera cantonal de Daule. Los trabajos se iniciaron el pasado 14 de noviembre y registran un avance de alrededor del 20%, sin afectar las actividades de quienes residen en las riberas del río Daule.
Esta labor se efectúa bajo la supervisión del Gobierno Provincial del Guayas, por disposición de la Prefecta Marcela Aguiñaga. El plazo de ejecución es de cuatro a cinco meses, pasando posteriormente a la construcción de una renovada estructura de 200 metros de longitud con una inversión de 10 millones de dólares, que no será colgante y tendrá materiales de alta resistencia y durabilidad como el acero y hormigón armado.
El desmontaje del puente que colapsó el pasado 19 de marzo, se desarrolla sobre ambos lados del afluente. Hasta el momento se han retirado 21 módulos (secciones estandarizadas), 22 diafragmas (vigas que son parte de los elementos estructurales transversales) y 3,5 metros iniciales del tablero. Mientras que, solo en la parte de la plataforma que da hacia la cabecera cantonal, se removieron 27 soportes de tubería.
“Me gusta la idea de lo que están haciendo, parece que están un poquito trabajando rápido”, agrega Ana González, dueña de una tienda en los alrededores de esta zona.
La mañana del lunes 8 de diciembre, en el punto situado en la cabecera cantonal de Daule, los trabajadores continuaban con el corte para la segmentación de la losa y así poder retirarla con grúa. Incluso, llegó parte del cableado que servirá para el montaje del teleférico que ayudará a extraer las partes del puente que cayeron al río.
Teresa Galarza y Ana González, cuyas casas están a un costado del puente, siguen cada paso de la intervención que se efectúa y coinciden respecto de lo ofrecido por la prefecta Aguiñaga: “ella sí trabajó”. Ahora la esperanza es volver a contar con “el puente que es el corazón de Magro; para todo sirve”.
Con la construcción de una nueva estructura, los pobladores de Magro y Daule, normalizarán sus actividades diarias y el comercio, en una zona donde antes circulaban cerca de 7.500 vehículos diarios, incluidos camiones.
