Desde el 1 de diciembre la Unidad Técnica de Farmacia del Hospital de Especialidades Teodoro Maldonado Carbo (HTMC) del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) cuenta con el Programa de Atención Farmacéutica.
Con esta nueva implementación el HTMC pone en práctica progresivamente la atención farmacéutica en pacientes ambulatorios que reciben medicamentos que se encuentran fuera del Cuadro Nacional de Medicamentos Básicos (CNMB); de esta manera se contribuye con el médico y otros profesionales de salud, a fin de lograr el máximo beneficio terapéutico principalmente en personas con enfermedades crónicas, catastróficas, huérfanas y/o raras, mejorando su calidad de vida.
La atención farmacéutica está a cargo de profesionales farmacéuticos, como parte del equipo multidisciplinario de salud, orientada al paciente polimedicado y realizada de forma directa, personal, cotidiana y rigurosa. Se realizan entrevistas farmacéuticas al beneficiario, donde se verifica si se han obtenido los resultados clínicos esperados, según los objetivos farmacoterapéuticos perseguidos.
Asimismo, la presencia de los profesionales farmacéuticos es fundamental, ya que se brinda una atención personalizada, mediante una revisión de su tratamiento farmacológico de manera minuciosa con la finalidad de identificar los problemas relacionados con medicamentos (PRM) y a su vez prevenir los posibles resultados negativos asociados a la medicación (RNM), a través del seguimiento farmacoterapéutico y el uso racional de los medicamentos.
“Desde la farmacia se realizan las dispensaciones de medicamentos, se ofertan los diferentes servicios farmacéuticos, a través de las actividades, procedimientos e intervenciones de carácter técnico, científico y administrativo relacionado con los medicamentos”, manifestó Erika Echeverría, jefa de la unidad de farmacia del HTMC.
En Ecuador, a partir de la década de los 90 se inició con el uso del término atención farmacéutica, y se capacitaron en el exterior algunos profesionales farmacéuticos con el financiamiento de los Países Bajos. A partir de entonces, las universidades fueron incorporando la atención farmacéutica como una asignatura en el pensum de estudios.