La inauguración del programa Bachillerato Acelerado, que se realizó este sábado 18, en el Aula Magna de la Universidad Católica Santiago de Guayaquil, se convierte en un hito para la Prefectura Ciudadana del Guayas.

Tal como se ofertó en campaña, la prefecta Marcela Aguiñaga honró su palabra al cristalizar el proyecto educativo, que les permitirá a 1.000 personas mayores de 18 años culminar sus estudios secundarios en un periodo de 15 meses y obtener sus títulos de bachiller para mejorar sus condiciones de vida. El programa se implementa en convenio con la unidad educativa Santiago Mayor y la Universidad Católica.

“Nos ayuda a reducir las brechas de desigualdad y nos permite mejorar el nivel de vida, reconociendo que la inversión social debe ser permanente”, señaló Ligia Cobo, coordinadora general de Desarrollo Sostenible de la Prefectura Ciudadana.

La prefecta Aguiñaga recordó que este sueño arrancó como una propuesta de campaña y hoy es una realidad, que logrará romper la exclusión de la que han sido víctimas muchos guayasenses. Además, puntualizó que su administración se caracteriza por darle realce a la obra humana, sobre todo por los duros momentos que atraviesa el país; por eso, hizo un llamado para recomponer el tejido social.

“Mientras otros hablan, nosotros trabajamos, porque la provincia necesita hoy de cambios. Siempre habrá por ahí algunos que critiquen, enviden y no aporten. Nosotros creemos que la forma de construir el nuevo Ecuador es trabajando por ustedes. ¡Guayas se mueve a la educación!”, manifestó la ejecutiva guayasense.

Los beneficios se traducen en mejores oportunidades para los guayasenses. Ese es el caso de Juana Cifuentes, de 58 años, beneficiaria del Sistema Cuidando Vidas y de la Manzana del Cuidado Letamendi, quien sueña con obtener su título de Bachiller para seguir siendo el orgullo de sus hijos.

“En la vida, a veces se nos ponen barreras que no nos permiten terminar los estudios, después no está al alcance por el tema económico o por dedicarnos a nuestras familias”, explicó esta cuidadora.

Carlos Castañeda, de la parroquia Limonal, en Daule, está convencido de que ahora sí podrá acceder a un mejor empleo. “Estaba en entrevistas de trabajo y cuando llegábamos a ese punto, se terminaban las preguntas. Ahora siendo Bachiller podré aplicar a mejores opciones y ayudar a mi familia. Gracias Prefecta, y aquí nos volveremos a ver en 15 meses”, dijo sonriente.

Elena Pérez, de 47 años, se siente orgullosa de saber que va a concretar ahora lo que no pudo hacer en el pasado, “porque nunca es tarde para cumplir nuestros sueños”.

Por Yazmín Bustán

Feminista. Trabajando en visibilizar el trabajo que hacemos las mujeres,

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