La prefecta Aguiñaga y el viceprefecto Serrano inauguraron la rehabilitada carretera de casi 5 kilómetros, que incluye un puente de 40 metros
En el recinto El Carmen el ambiente era de fiesta, la tarde de este sábado 2 de marzo. Cientos de habitantes de la zona rural de Palestina celebraron la inauguración de la rehabilitada carretera de casi 5 kilómetros, que incluye un puente de 40 metros. La inversión bordea los 7 millones de dólares.
El acto inaugural lo lideradon la prefecta Marcela Aguiñaga y el viceprefecto Carlos Serrano, al pie del puente. A ellos los acompañaron los alcaldes de Palestina, Luis Suárez, y de Colimes, Álex Quinto.
«Esta es una de las muchas obras que encontramos paralizadas y suspendidas en la Prefectura. Pero ahora es parte de las obras que hemos venido empujando para que se hagan realidad», explicó la ejecutiva guayasense.
El cambio que está logrando en su administración contempla que cada nueva vía inaugurada sea incluida en un plan de mantenimiento para prolongar su vida útil. «Hay que trabajar con planificación, con eficiencia y, por supuesto, haciendo bien las cosas».
Por ello, se comprometió a seguir trabajando por el Guayas. «Hoy, no hay un cantón que pueda decir que no han llegado las escuelas de Fútbol, que no haya llegado el arte, que no hayan llegado los kits de emergencia, que no haya llegado la maquinaria… Hoy, los alcaldes y los diferentes cantones tienen el mismo tratamiento; no hay cantones de primera o de segunda; hay los cantones que le pertenecen a la provincia del Guayas», destacó Marcela Aguiñaga.
Con la nueva vía inaugurada y las obras desplegadas por la Prefectura Ciudadana del Guayas, según dijo el alcalde Suárez, los habitantes de su cantón «ahora sí somos Guayas. En Palestina, usted sembró amor», le dijo a la prefecta Aguiñaga.
Por parte de los beneficiarios, Carlos Carranza, morador de El Carmen, expresó su agradecimiento por vivir lo que calificó como un día histórico, porque por primera vez a su recinto llega una obra de la Prefectura. «Las preocupaciones de cada invierno se acabaron, gracias a una prefecta que escuchó nuestras preocupaciones y un viceprefecto que palpó las necesidades pasando en canoa hasta nuestro recinto».