La lactancia es un período crucial en el desarrollo de un bebé, concebido como un vínculo fundamental entre madre e hijo. Sin embargo, detrás de este proceso hay factores que la madre debe considerar para facilitar una óptima lactancia, y uno de ellos es la alimentación. Durante esta etapa, la madre no solo está nutriendo a su hijo, sino que también debe velar por su propia salud y energía para poder brindar un cuidado adecuado a su bebé.

Una forma altamente eficaz de lograrlo es mediante una alimentación equilibrada y nutritiva. En este sentido, los carbohidratos se destacan como uno de los nutrientes fundamentales debido a su capacidad para proporcionar energía de manera rápida y eficiente.

Durante la etapa de lactancia, los cereales como el trigo y la avena destacan como opciones altamente recomendadas de carbohidratos, ya que se convierten en fuentes de energía. Esto es especialmente importante dado que las demandas energéticas de la madre experimentan un significativo aumento durante este periodo. Karla Romero, consejera en lactancia y vocera de Moderna Alimentos, indica que “La mujer lactante requiere un gasto calórico diario de entre 500 a 700 calorías, es decir, solo con amamantar estará perdiendo energía. Además, la evidencia señala que las mujeres que amamantan bajan más rápido de peso durante los primeros meses post parto que las mujeres que no amamantan”.

Algunos alimentos, como el pan integral y la avena en hojuelas, son clave para que la madre pueda recuperar la energía gastada durante la lactancia. Además, estos alimentos contribuyen a mejorar el funcionamiento del sistema digestivo, que puede verse afectado tras el parto. Es esencial elegir productos que contengan carbohidratos complejos de alta calidad, de preferencia integrales, como los que se encuentran en los productos de Panes Moderna y Avena Ya de Moderna Alimentos. Complementar esta elección con una dieta equilibrada, rica en proteínas y vegetales, fortalecerá el sistema inmunológico de la madre.

Por otro lado, es importante que la madre priorice un buen descanso para evitar la fatiga, manteniéndose adecuadamente hidratada al consumir al menos ocho vasos de agua diarios. Además, es recomendable evitar alimentos procesados, ya que, aunque puedan proporcionar energía de forma rápida, esta suele ser de corta duración y carecen de los nutrientes esenciales para mantener la salud a largo plazo.

Finalmente, según Romero, las mujeres que optan por la lactancia deben comprender el funcionamiento del proceso de producción de leche, en cada una de sus etapas. Es esencial, así como, «iniciar una lactancia informada, libre de mitos y de sufrimiento físico y emocional», subraya la experta. Priorizar alimentos que brinden energía, como los carbohidratos, incorporar ejercicio y disfrutar de este periodo favorecerá una lactancia exitosa y el óptimo crecimiento del bebé.

Por Yazmín Bustán

Feminista. Trabajando en visibilizar el trabajo que hacemos las mujeres,

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