Economía, negocios, hogar, comercio, educación y otros: son entornos donde se visibiliza más los rostros femeninos; su crecimiento depende de diversas decisiones e inversión. Latinoamérica y Ecuador han dado pasos importantes, aún debe unirse fuerza privada y pública para romper la brecha.

El mundo empresarial está experimentando una transformación silenciosa pero imparable: el ascenso de la mujer como líder, innovadora y agente de cambio en varias esferas de la sociedad. Cada vez más de ellas ocupan espacios de decisión, rompen y redefinen el concepto de liderazgo con una visión más inclusiva y colaborativa. En los últimos años, el número de mujeres en puestos de alta dirección ha alcanzado cifras récord: según Grant Thornton en su informe «Women in Business 2025», el 34% de los cargos directivos a nivel global ya están en manos de mujeres, y su participación sigue creciendo, especialmente en sectores como tecnología, finanzas y emprendimiento.

¿A qué se debe esto? El entorno empresarial y jutas directivas entienden que el mundo demanda de mayor sostenibilidad y equidad; son valoradas ahora más en mercados mundiales y naciones donde priorizan la paridad. Más allá de las cifras, su impacto es tangible. Las empresas con mayor diversidad de género en sus equipos ejecutivos tienen un 25% más de probabilidades de superar a sus competidores en rentabilidad, según McKinsey & Company. Y no solo eso: las mujeres líderes están al frente de muchas de las iniciativas más exitosas en innovación social, sostenibilidad y transformación digital.

Contexto mundial y regional

La participación femenina en la fuerza laboral global ha aumentado a 41.2 % en 2024 con avances notables en sectores antes dominados por hombres, como infraestructura. Sin embargo, todavía las mujeres enfrentan restricciones laborales en 86 países, afectando a aproximadamente 2,400 millones personas. En América Latina, los avances son visibles. Según datos de ONU Mujeres y la Unión Interparlamentaria (UIP), la región ha incrementado la presencia de mujeres en cargos políticos y de liderazgo empresarial, consolidándose como una de las regiones con mayor participación femenina en gabinetes y parlamentos. Sin embargo, los desafíos persisten, especialmente en la representación en cargos de alta responsabilidad y en la participación efectiva en la toma de decisiones sobre temas cruciales como el cambio climático y la economía.

Ecuador: avances y desafíos

Ecuador ha logrado posicionarse como un referente en la región en materia de igualdad de género. El país ha mejorado su índice de brecha de género, pasando del puesto 50 al 16 en el ranking global del Foro Económico Mundial. Además, ha reducido la brecha salarial del 20% al 15% gracias a políticas públicas como la Ley Violeta y otras iniciativas destinadas a promover la equidad laboral.

No obstante, la participación femenina en la fuerza laboral aún es baja: en 2023, solo el 53% de las mujeres ecuatorianas estaban activas en el mercado laboral, frente al 78% de los hombres. La participación efectiva en empleos adecuados y en cargos de liderazgo sigue siendo limitada, con solo el 32% de las mujeres accediendo a empleos de calidad. La situación se agrava por las responsabilidades tradicionales del hogar, que impiden a muchas mujeres aprovechar plenamente su formación y capacidades profesionales.

Iniciativas y acciones para potenciar el liderazgo femenino

Plataformas de transformación y acción como el Women Economic Forum (WEF), con cinco ediciones en Ecuador, se ha convertido en un referente mundial con 144 capítulos alrededor del mundo.  WEF 2025 es un evento global que busca promover el liderazgo femenino y el emprendimiento, con un enfoque en la innovación y la transformación social, especialmente en el ámbito económico. Este año, la ciudad de Cuenca será la sede oficial del evento, que reunirá a líderes de 14 países.

WEF y otras plataformas promueven programas de mentoría, becas y redes de liderazgo que fortalecen la participación de las mujeres en todos los niveles. En Ecuador, estas acciones incluyen la creación de espacios de diálogo multisectorial, formación continua y alianzas estratégicas que buscan transformar entornos laborales y sociales, fomentando una cultura de equidad y colaboración.

Catalina Cajías, Directora del Women Economic Forum, expresa: “Acelerar los cambios estructurales y culturales que limitan el liderazgo femenino ya no es opcional: es una urgencia compartida. La participación activa de las mujeres en espacios políticos, empresariales y sociales no solo amplía la visión en la toma de decisiones, sino que impulsa un desarrollo más justo, inclusivo y sostenible. Desde el Women Economic Forum Ecuador, reafirmamos nuestro compromiso con iniciativas que promueven la equidad de género, la autonomía económica y el liderazgo colaborativo. Creemos en un modelo que no compite, sino que colabora; que no lidera desde el ego, sino desde el eco: lo que dejamos resonando en las personas. Porque solo construyendo juntos, podemos transformar las estructuras y abrir caminos reales hacia una sociedad más equitativa.”

Por Yazmín Bustán

Feminista. Trabajando en visibilizar el trabajo que hacemos las mujeres,

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