AEBE y la Prefectura suman esfuerzos para proteger más de 50.000 hectáreas bananeras que generan miles de empleos en la provincia. Con más de 7.000 hectáreas ya monitoreadas, más de 500 fincas inspeccionadas y dos focos de moko contenidos, la alianza público-privada fortalece un modelo agrícola preventivo basado en evidencia.
Frente al avance del moko y la amenaza latente del Fusarium Raza 4 Tropical (R4T), la Prefectura del Guayas y la Asociación de Exportadores de Banano del Ecuador (AEBE) presentaron los resultados de su trabajo conjunto para proteger la producción agrícola de la provincia. Esta cooperación es fundamental, considerando que el cultivo de banano y plátano constituye un pilar económico en Guayas, generando empleo para más de 2.800 productores en alrededor de 50.000 hectáreas.
El moko, una enfermedad bacteriana que afecta a las musáceas, y el Fusarium Raza 4 Tropical generan alta preocupación debido a su agresividad y al hecho de que, una vez detectadas, obligan a erradicar completamente las plantaciones afectadas. Esto compromete directamente la estabilidad productiva y económica de la región. En el caso del moko, se estima que por cada 10 hectáreas eliminadas se pierden cerca de 7 empleos directos, lo que refleja su impacto no solo agrícola, sino también social.
Durante una rueda de prensa realizada en las instalaciones de AEBE, la prefecta del Guayas, Marcela Aguiñaga Vallejo, destacó la necesidad de articular esfuerzos que permitan una respuesta temprana.
“Estamos articulando esfuerzos interinstitucionales que nos permitan actuar de manera preventiva, oportuna y basada en evidencia, en especial para proteger a nuestros pequeños productores”, señaló.
Por su parte, José Antonio Hidalgo, director ejecutivo de AEBE, resaltó los avances obtenidos a través de los convenios suscritos con la Prefectura. Entre ellos se encuentran los proyectos SafeBanana, que permite diagnosticar el nivel de riesgo de las fincas
bananeras ante amenazas como el moko y el Fusarium R4T, y Brigadas de Bioseguridad, enfocado en la capacitación de productores para detectar y contener estos patógenos.
“Estamos convencidos de que los desafíos fitosanitarios no se pueden enfrentar de forma aislada. Por ello, la colaboración con la Prefectura del Guayas ha sido clave para avanzar en la protección integral de nuestros cultivos”, afirmó Hidalgo.
En la misma línea, el presidente de AEBE, Jorge Encalada, dio a conocer resultados preocupantes derivados del proyecto SafeBanana.
“Los resultados del diagnóstico son contundentes. El 81% de los productores no controla el acceso a sus fincas, el 48% no realiza actividades de desinfección, el 74% carece de infraestructura adecuada y el 92% no cuenta con herramientas ni equipos apropiados para aplicar medidas de bioseguridad”, expresó.
Adicionalmente, se identificó un alto grado de desconocimiento entre los productores sobre las enfermedades. Según los estudios, 5 de cada 10 productores desconocen el Fusarium R4T y 7 de cada 10 no están familiarizados con el moko, lo que refuerza la necesidad de continuar con campañas de capacitación.
Paúl Vera, director del proyecto, indicó que aún existen retos por superar. “Aunque el proyecto ha sido bien recibido, un pequeño porcentaje de productores aún muestra resistencia a las inspecciones, por lo que solicitamos el apoyo de la ciudadanía para fortalecer la conciencia sobre la importancia del control fitosanitario”, declaró.
La cercanía con la provincia de Manabí —donde se han registrado brotes de moko en plátano—, sumada a las condiciones climáticas extremas de los últimos meses, eleva el riesgo de diseminación de estas enfermedades.
En este contexto, el trabajo interinstitucional se consolida como una herramienta clave para la protección de los cultivos. AEBE y la Prefectura del Guayas continuarán colaborando para implementar medidas preventivas y de contención basadas en evidencia.
Los esfuerzos en el sector bananero se mantienen, con nuevas jornadas de capacitación y entrega de kits de bioseguridad a los productores. Además, el Censo Agropecuario 2025 se perfila como una herramienta esencial para diseñar el tercer convenio, esta vez enfocado en el cultivo de plátano, lo que permitirá detectar brotes con información actualizada y precisa.