- Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), se estiman más de 460.000 nuevos diagnósticos de cáncer de mama al año en la región.
- El examen mamográfico puede reducir la mortalidad por cáncer de mama, salvando entre el 30% y 40% de vidas anualmente, según cifras del Hospital Metropolitano.
En América Latina, el cáncer de mama continúa siendo la primera causa de muerte oncológica en mujeres. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) estima más de 460.000 nuevos diagnósticos anuales en la región. En Ecuador, según el INEC esta enfermedad lidera entre los diferentes tipos de cáncer, con una tasa de mortalidad de 11.9 por cada 100.000 habitantes, especialmente en grupos de mujeres a partir de los 40 años y en sectores con acceso limitado a servicios médicos.
Detrás de las cifras existe una realidad desigual. Muchas pacientes aún reciben su diagnóstico en etapas avanzadas debido a barreras como la desinformación, el miedo o la falta de acceso a controles preventivos. A pesar de los avances en tecnología médica, la prevención sigue siendo un desafío cuando no está acompañada de políticas inclusivas, educación continua y un sistema de salud más cercano a las necesidades reales de la población.
“La prevención no solo permite detectar la enfermedad a tiempo, también da a las mujeres la posibilidad de tomar decisiones informadas sobre su bienestar. Realizarse una mamografía anual es una medida fundamental dentro de la prevención para detectar cualquier anomalía en etapas tempranas, desde los 30 años en mujeres jóvenes y con mayor énfasis a partir de los 40, ya que este examen puede reducir la mortalidad por cáncer de mama y salvar entre el 30% y 40% de vidas anualmente. El acompañamiento debe ser integral, considerando la salud física, emocional y social. El entorno y el apoyo psicológico son tan importantes como el tratamiento médico”, sostiene la doctora Margarita Barahona, subgerente médica de Humana.
En el marco del mes de la concientización sobre el cáncer de mama, especialistas insisten en reforzar el mensaje de la prevención como una responsabilidad compartida. Promover chequeos regulares, hablar abiertamente sobre la enfermedad y cuidar la salud mental de las pacientes son pasos fundamentales para construir una cultura de cuidado más humana y efectiva.