• El Observatorio Nebrija del Español presenta el proyecto Objetivo: España digital 2026. Accesibilidad web en español a través de la lectura fácil, que desarrolla un modelo con vocabulario más limitado, frases cortas, estructuras gramaticales simplificadas y diseño visual claro.
  • Desarrollar webs accesibles en ámbitos como la administración, la justicia, la sanidad, la educación u otros es imprescindible para una parte de la ciudadanía, necesario para un grupo más amplio y cómodo para todos.
  • A partir de septiembre de 2025, la implementación de medidas de accesibilidad digital será obligatoria por ley tanto para el sector público como para muchas empresas privadas.

Facilitar la lectura fácil y la comprensión en los entornos web no es un asunto de minorías. Beneficiaría al 5 % de la población con discapacidad intelectual, Trastorno del Espectro Autista, daño cerebral adquirido, sordoceguera y deterioro cognitivo grave. Pero también a otro 9 % con trastornos específicos del lenguaje, sordera prelocutiva o deterioro cognitivo leve. A ellos se sumaría otro 38 % de ciudadanía entre la que se cuentan extranjeros con conocimiento limitado del español, españoles con dificultades de comprensión del idioma, personas con dificultades de aprendizaje de lectura, con trastornos de salud mental o con TDAH. Y, por último, ayudaría a otro 48 % de ciudadanos entre los que se encuentran personas en situaciones de emergencia, con baja experiencia digital, ante situaciones de sobrecarga informativa o mayores. De este modo, hacer las webs accesibles y fáciles de leer mejoraría la experiencia de toda la población.

Esta conclusión forma parte de la iniciativa Objetivo: España digital 2026. Accesibilidad web en español a través de la lectura fácil y del Libro blanco de la lectura fácil y la web comprensible, recientemente presentados por el Observatorio Nebrija del Español en el Pabellón Iberoamericano de la 84 Feria del Libro de Madrid.

“La lectura fácil no es una forma de escritura simplificada. Es un método de adaptación textual que sigue pautas concretas. Se dirige a personas con dificultades de comprensión -ya sea por razones cognitivas, lingüísticas, educativas o contextuales- y busca asegurar que puedan acceder a la información de forma real y efectiva. Tiene reglas propias: frases breves, estructura clara, uso de apoyos visuales, validación de la comprensión por parte del público destinatario. Pero no es un lenguaje infantil ni empobrecido. No busca menos contenido, sino más comprensión. La clave está en su enfoque: no parte del emisor, sino del receptor. Y no presupone una competencia abstracta, sino una necesidad concreta”, asegura María Xesus Bello Rivas, investigadora del Observatorio Nebrija del Español y de la Universidad de Tübingen. 

En un contexto digital donde la información circula principalmente por la web, la comprensión se convierte en una condición necesaria para el ejercicio efectivo de la ciudadanía. La lectura fácil y el lenguaje claro debe aplicarse en ámbitos como la administración, la sanidad, la justicia, la educación y las interfaces digitales.

Vocabulario sencillo y frases cortas

El libro propone un modelo de intervención en dos niveles: pautas generales de lenguaje claro, aplicables a todo tipo de usuarios, y adaptaciones específicas en formato de lectura fácil, dirigidas a personas con dificultades de comprensión. En este segundo caso, se aplican criterios lingüísticos, estructurales y visuales definidos (vocabulario básico, frases cortas, diseño claro), pero, sobre todo, se sigue un proceso metodológico completo que incluye validación con usuarios reales, conforme a la norma UNE 153101:2018 EX.

“La web es el nuevo espacio público y todavía está lleno de escaleras invisibles”, advirtió Bello. “Es una vergüenza que tengamos que estar exponiendo la necesidad de la lectura fácil y comprensible de los documentos de la administración o la banca por parte de los ciudadanos”, consideró.

La iniciativa Objetivo: España digital 2026. Accesibilidad web en español a través de la lectura fácil reivindica la accesibilidad cognitiva como un derecho equiparable a la accesibilidad física y visibiliza la lectura fácil como la rampa del siglo XXI. “La lectura fácil es una adaptación, una acomodación, no es algo literal, como en la traducción. Extraemos el contenido y lo adecuamos a las personas que lo necesitan. La accesibilidad es imprescindible para una parte, necesaria para un grupo más amplio y cómoda para toda la población”, advirtió Óscar García Muñoz, del Observatorio Nebrija del Español y Dilofacil.es.

En la lectura fácil rigen los principios de empatía (se piensa en el lector y sus necesidades), la esencia (se selecciona la información pertinente), la autonomía (favorece la toma de decisiones y democratización (porque incluye a toda la ciudadanía).

Barreras a eliminar

Más allá del contenido, en la parte de diseño web hay barreras que impiden comprender. “Es muy típico lo de que la página web tiene muchas cosas y no se encuentra lo que se busca; o bien que nos sale un mensaje de error en el formulario y no lo entendemos”, denunció la investigadora Lourdes Moreno López, de la Universidad Carlos III de Madrid. “El diseño debe ser limpio, estructurado y los bloques de contenido deben identificarse”, recomendó. Para ello se puede recurrir a elementos como la jerarquía visual y encabezados claros, evitar cambios inesperados, establecer caminos cortos y guiados, con indicadores de progreso, con la posibilidad de poder volver atrás sin perder datos y con soporte visual para orientación.

Desde el 28 de junio de 2025, será obligatorio en toda la Unión Europea el cumplimiento de los requisitos de accesibilidad establecidos en la Directiva (UE) 2019/882 del Parlamento Europeo y del Consejo, conocida como European Accessibility Act (EAA), que afecta a productos y servicios digitales tanto del sector público como del privado. En paralelo, el Gobierno de España tiene previsto aprobar en septiembre de 2025 el Real Decreto de desarrollo de la Ley 6/2022, que regulará la accesibilidad cognitiva. Esta norma establecerá la obligatoriedad de implementar la lectura fácil en al menos nueve ámbitos digitales clave, entre ellos: sanidad, justicia, servicios sociales, empleo, transporte etc.

“La comprensión no es un don individual. Es una posibilidad situada. Esto es, depende de los recursos del lector, sí, pero también de las condiciones del texto; de su estructura, de su diseño, de su forma de nombrar y de organizar el mundo. Un texto inaccesible no es solo difícil: es excluyente.  Por eso, garantizar la comprensión no es solo una cuestión de estilo. Es una cuestión de derechos. De participación. De ciudadanía. El lenguaje claro mejora el conjunto del sistema, mientras que la lectura fácil asegura que nadie quede fuera, y juntas, devuelven al lenguaje su función más elemental: ser una vía de entrada, no una barrera”, agregó Bello. 

José Luis García Delgado, director del Observatorio Nebrija del Español, auguró que la iniciativa dará “un buen servicio” y tendrá “mucho recorrido entre la comunidad hispanohablante”.

En la redacción, producción y desarrollo del Libro blanco de la lectura fácil y la web comprensible, elaborado por el Observatorio Nebrija del Español, colaboran la Fundación ONCE y la Fundación “la Caixa”.

Por Yazmín Bustán

Feminista. Trabajando en visibilizar el trabajo que hacemos las mujeres,

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