• El 30% de las personas mayores de 60 años experimenta vértigo y mareos
La mayoría de las personas piensan en el vértigo como un problema físico y lo relacionan con un mareo: una sensación repentina de movimiento, pérdida del equilibrio o náuseas. Pero para muchas personas que viven con vértigo, el impacto real es mucho más profundo.
El vértigo no es realmente una enfermedad, sino un síntoma de diversas afecciones, la mayoría de las cuales rara vez son graves o potencialmente mortales. Aunque el vértigo no es peligroso en sí mismo, el inicio inesperado y repentino de un ataque puede ser alarmante. Las personas que viven con vértigo pueden sentirse como si el mundo estuviera girando a su alrededor, y a la vez, su equilibrio puede verse gravemente afectado, aumentando el riesgo de caídas.
El vértigo puede alterar la cotidianidad en espacios como el trabajo, las relaciones interpersonales, la vida social y la salud mental. De hecho, investigaciones muestran que los síntomas disruptivos del vértigo son responsables de que el 27% de las personas cambien de trabajo, el 21% abandonen sus labores por completo, el 50% reduzcan su eficiencia y el 63% pierdan días laborales.[1] [2]
Cuando se experimenta este síntoma, el mundo se vuelve inestable. Las personas pueden encontrarse incapaces de conducir, reacias a salir de casa o ansiosas en lugares concurridos donde perder el equilibrio sería peligroso o vergonzoso.
“Si bien aún no contamos con datos específicos de prevalencia del vértigo en Ecuador, sí sabemos que es una condición frecuente. De hecho, se estima que a nivel global el 10% de la población lo va a experimentar en algún momento[3]” indica la Dra. Cristina Chávez, directora médica de Abbott en Ecuador.
Así mismo, aproximadamente el 30% de las personas mayores de 60 años y el 50% de los mayores de 85 años experimentan vértigo y mareos.[4] [5]
“Para las personas mayores, experimentar el vértigo va más allá de la incomodidad inmediata. Este síntoma puede generar caídas que desencadenan dificultades físicas y emocionales mayores. Se está ante una mayor vulnerabilidad” agrega la Dra. Sandra Gavilanes, médico especialista en Vértigo y Oído, de la Universidad Central del Ecuador.
Mitos comunes del vértigo, ¿cuándo buscar ayuda?
Ante las posibles complicaciones que genera el vértigo, especialmente en los adultos mayores, la Dra. Gavilanes y la Dra. Chávez desmienten 5 mitos comunes del vértigo, animando a las personas a buscar orientación médica cuando sea necesario:
Mito 1: El vértigo es lo mismo que el mareo
Realidad: el vértigo no es solo la sensación de aturdimiento cuando uno se siente mareado. Es la ilusión de movimiento o que el ambiente externo está en movimiento.
Mito 2: El vértigo es el miedo a las alturas
Realidad: el miedo a las alturas es una cosa a la que erróneamente le llaman vértigo, debido a la sensación de vueltas que se experimenta cuando miras para abajo desde una gran altura. El vértigo es un problema con el equilibrio, comúnmente causado por un problema en el oído interno.
Mito 3: El vértigo es una condición leve que se resuelve por sí sola
Realidad: el vértigo puede ser severo y dificultar la vida diaria, tanto física como mentalmente. Siempre debería ser revisado y orientado por un doctor y es tratable.
Mito 4: Los tratamientos para el vértigo causan sueño
Realidad: algunas medicinas para tratar el vértigo tienen efecto sedativo que puede interferir con manejar, trabajar y la cotidianidad; sin embargo, hay tratamientos alternativos que pueden aliviar el vértigo sin causar sueño.
Mito 5: Las personas con vértigo deberían evitar el ejercicio
Realidad: las personas con vértigo a veces evitan hacer ejercicio por el miedo a caerse; sin embargo, su médico le puede recomendar ejercicios específicos para aliviar la condición, junto al debido tratamiento.
“En Abbott, creemos que todos merecen vivir la vida más plena posible, pero el vértigo puede interponerse en el camino. Esta condición puede tener un efecto debilitante, por lo que promovemos la conciencia sobre sus signos y causas para que las personas y sus seres queridos o cuidadores puedan beneficiarse de diagnósticos y tratamientos más oportunos y precisos, para poder volver a hacer las cosas que aman» concluyo la Dra. Chávez.
Referencias:
1.European Commission. EXPH (EXpert Panel on effective ways of investing in Health), Assessing the impact of digital transformation of health services, 20 November 2018.
2.Benecke H et al. The burden and impact of vertigo: findings from the REVERT patient registry. Frontiers in neurology 2013;(4)136:1–7.
3.Agrawal Y, Ward BK, Minor LB. Vestibular dysfunction: prevalence, impact and need for targeted treatment. J Vestib Res. 2013;23(3):113-117.
4.Adrion C, Fischer CS, Wagner J, et al. Efficacy and safety of betahistine treatment in patients with Meniere’s disease: primary results of a long term, multicentre, double blind, randomised, placebo controlled, dose defining trial (BEMED trial). BMJ. 2016;352:h6816. Published 2016 Jan 21. doi:10.1136/bmj.h6816.
5.Fernández L, Breinbauer HA, Delano PH. Vertigo and Dizziness in the Elderly. Front Neurol. 2015;6:144. Published 2015 Jun 26. doi:10.3389/fneur.2015.00144.
[1] European Commission. EXPH (EXpert Panel on effective ways of investing in Health), Assessing the impact of digital transformation of health services, 20 November 2018.
[2] Benecke H et al. The burden and impact of vertigo: findings from the REVERT patient registry. Frontiers in neurology 2013;(4)136:1–7.
[3] Agrawal Y, Ward BK, Minor LB. Vestibular dysfunction: prevalence, impact and need for targeted treatment. J Vestib Res. 2013;23(3):113-117.
[4] Adrion C, Fischer CS, Wagner J, et al. Efficacy and safety of betahistine treatment in patients with Meniere’s disease: primary results of a long term, multicentre, double blind, randomised, placebo controlled, dose defining trial (BEMED trial). BMJ. 2016;352:h6816. Published 2016 Jan 21. doi:10.1136/bmj.h6816.
[5] Fernández L, Breinbauer HA, Delano PH. Vertigo and Dizziness in the Elderly. Front Neurol. 2015;6:144. Published 2015 Jun 26. doi:10.3389/fneur.2015.00144.