El diseño de interiores está evolucionando hacia una nueva etapa donde la calidez, la autenticidad y la conexión emocional con los espacios se vuelven protagonistas. En 2026, las tendencias de interiorismo apuntan a un regreso a lo esencial: ambientes que inspiran bienestar, materiales que cuentan historias y colores que despiertan sensaciones.
El hogar, la oficina o los espacios comerciales dejarán de ser sólo lugares funcionales para convertirse en refugios con identidad. En este contexto, las texturas y tonalidades naturales, combinadas con materiales de alta calidad como la madera, marcarán la pauta del diseño contemporáneo.
El interiorismo con alma invita a redescubrir los espacios desde los sentidos.
Ya no se trata solo de cómo luce un ambiente, sino de cómo se siente. Las superficies táctiles, las vetas visibles y los acabados inspirados en la naturaleza invitan al contacto, la pausa y la contemplación.
“Este será un año donde la materialidad cobrará protagonismo. Las personas buscarán rodearse de texturas auténticas y colores que transmitan calma, conexión y pertenencia”, señala Estefanía González, Jefa de Especificación de Novopan.
Los beige, taupe y tonalidades fuertes como burdeos, evocan armonía y elegancia, mientras que las texturas inspiradas en fibras, minerales y piedras aportan profundidad y serenidad. Los materiales sostenibles ganan relevancia no solo por su impacto ambiental, sino porque reflejan una forma más consciente y emocional de habitar.
En esa búsqueda de conexión sensorial, la nueva colección Pelíkano 2026, línea decorativa de Novopan, reinterpreta la belleza de lo natural a través de colores y acabados que promueven ambientes serenos, elegantes y versátiles. Su diseño invita a crear espacios contemporáneos sin perder la calidez artesanal que define al buen diseño.
El 2026 será, en definitiva, el año de la sutileza significativa: cada superficie, luz y textura contará una historia de bienestar, equilibrio y autenticidad.
Tendencias para cada espacio
- En el hogar, los tonos neutros y las texturas cálidas favorecen la calma. Tableros con vetas sutiles pueden aplicarse en cabeceras, repisas o clósets para lograr ambientes acogedores y equilibrados.
 - En oficinas o espacios de coworking, los acabados naturales se combinarán con acentos de color que estimulen la creatividad. Las superficies en madera clara o con efecto lino ayudan a mantener la concentración sin saturar visualmente.
 
- En hoteles, cafeterías o locales comerciales, los contrastes entre superficies mate y brillo, o entre maderas oscuras y detalles metálicos, aportarán una sensación de sofisticación atemporal.
 
El objetivo es claro: diseñar lugares que transmitan emociones, que abracen la funcionalidad sin renunciar al alma. El interiorismo con alma no responde solo a una tendencia estética, sino a una necesidad humana: habitar espacios que nos hagan sentir bien. La elección de materiales sostenibles, el respeto por el entorno y la búsqueda de confort emocional serán los pilares del diseño 2026.
“Cuando un espacio refleja nuestra esencia, se convierte en una extensión de quiénes somos. Esa es la verdadera tendencia del diseño: crear lugares que nos hablen, nos abracen y nos inspiren”, concluye González.
