El Acuerdo Ministerial MDT-2025-006, emitido el 8 de enero de 2025 por el Ministerio del Trabajo, establece un marco normativo que obliga a las empresas del sector público y privado a implementar acciones concretas para garantizar la igualdad salarial entre hombres y mujeres. Sin embargo, más allá del cumplimiento formal, este reglamento plantea un nuevo estándar de liderazgo corporativo en materia de equidad y derechos laborales.
De acuerdo con la normativa, las organizaciones deberán realizar capacitaciones anuales de al menos 40 horas sobre derechos laborales, equidad de género, eliminación de sesgos en la evaluación de desempeño, prevención de la violencia y la discriminación, así como análisis de compensaciones y estructuras salariales.
El acuerdo también introduce un proceso de certificación oficial para las empresas que cumplan con los lineamientos establecidos. Esta certificación no solo reconoce el esfuerzo institucional, sino que fortalece la reputación corporativa, mejora la competitividad y puede abrir acceso a beneficios fiscales o incentivos gubernamentales.
Para Andrea Ocaña, especialista en comunicación organizacional, talento humano y diseño de proyectos con enfoque en equidad de género, igualdad y prevención de violencias, esta medida representa un punto de inflexión para las organizaciones ecuatorianas.
“La igualdad salarial no debe asumirse únicamente como una exigencia legal, sino como un valor estratégico que impacta en la sostenibilidad y reputación de las empresas. Las organizaciones que integren estos principios en su cultura y liderazgo serán las que realmente marquen la diferencia en el entorno laboral ecuatoriano”, afirma Ocaña.
Desde una perspectiva de gobernanza corporativa, el cumplimiento del Acuerdo MDT-2025-006 permite a las empresas alinearse con los estándares internacionales de derechos humanos y laborales, al tiempo que reduce riesgos legales y reputacionales. Según expertos del sector, las compañías que adopten políticas de igualdad salarial proactivas también verán beneficios en su clima laboral, productividad y retención de talento.
Ocaña enfatiza que el liderazgo en equidad requiere compromiso desde la alta dirección, “No basta con organizar talleres o firmar políticas. Se trata de garantizar que las decisiones sobre remuneración, promoción y reconocimiento sean justas, transparentes y libres de sesgos. La igualdad debe reflejarse en la estructura de poder y en las oportunidades reales dentro de la organización.”
El Ministerio del Trabajo supervisará la implementación del acuerdo mediante reportes anuales obligatorios que las empresas deberán presentar cada enero, detallando las acciones realizadas para cumplir con la normativa.
De acuerdo con el Ministerio del Trabajo, las empresas que no apliquen las disposiciones del acuerdo estarán sujetas a sanciones administrativas y económicas establecidas en el Código del Trabajo, además de la pérdida o imposibilidad de obtener la certificación de igualdad salarial. El incumplimiento también podría derivar en denuncias por discriminación, afectando la imagen institucional y la capacidad de competir en licitaciones o alianzas empresariales.
Con la entrada en vigor del Acuerdo MDT-2025-006, Ecuador avanza hacia un modelo empresarial más ético, equitativo y sostenible, en el que la igualdad salarial se consolida como un indicador de transparencia y compromiso. Las empresas que adopten este enfoque no solo cumplirán con la ley, sino que se posicionarán como referentes de liderazgo responsable y competitividad con propósito.
