El sector eléctrico privado de Colombia aseguró que podrá mantener la venta de electricidad a Ecuador hasta marzo de 2026, periodo en el que históricamente concluye el estiaje en el país. Este respaldo resulta clave para el sistema eléctrico ecuatoriano, que depende de la importación de energía desde el país vecino durante la temporada seca.

Alejandro Castañeda, presidente de la Asociación Nacional de Empresas Generadoras de Colombia (Andeg), explicó que las condiciones climáticas en su país son favorables, con lluvias constantes que mantienen los embalses en niveles cercanos al 83% de su capacidad.

Según Castañeda, citado por el portal digital Primicias, esto permitirá afrontar el verano, que se extiende de diciembre a marzo, sin restricciones para continuar exportando energía a Ecuador.

El pasado 16 de diciembre, Ecuador importó hasta 325 megavatios de potencia desde Colombia, aunque el intercambio bilateral permite compras de hasta 450 megavatios. Castañeda señaló que, desde el punto de vista técnico, existe capacidad para alcanzar ese máximo, lo que representa entre el 3% y 4% de la generación eléctrica colombiana.

En Ecuador, aunque los embalses presentan mejores condiciones que en 2024, el caudal de Mazar —el más importante del sistema eléctrico nacional— ha registrado una disminución en las últimas semanas. En noviembre, el ingreso de agua al embalse alcanzaba los 97 metros cúbicos por segundo, pero entre el 1 y el 16 de diciembre promedió apenas 33 metros cúbicos por segundo.

En el mismo periodo, el nivel del embalse descendió de 2.153 metros sobre el nivel del mar, registrado a inicios de diciembre, a 2.148,4 metros la noche del 16 de diciembre. No obstante, este nivel aún se encuentra muy por encima del mínimo operativo del Complejo Hidroeléctrico Paute, fijado en 2.098 metros.

Ante este escenario, la ministra de Ambiente y Energía, Inés Manzano, reiteró que no existe riesgo de cortes eléctricos. La funcionaria señaló que, pese a la variación del caudal, el nivel del embalse es óptimo y el sistema eléctrico se mantiene sólido, apoyado además por la recuperación de unidades termoeléctricas que aportan más de 860 megavatios adicionales.

Sin embargo, especialistas advierten que el país sigue dependiendo de las lluvias. El ingeniero hidroeléctrico Ricardo Buitrón explicó que la reducción del caudal de Mazar en diciembre corresponde a un estiaje fuerte y que, si la sequía se intensifica, el sistema podría enfrentar un déficit de hasta 300 megavatios, incluso con importaciones máximas desde Colombia.

El periodo de estiaje para las principales hidroeléctricas de la vertiente oriental, como Coca Codo Sinclair y el complejo Paute Integral, se extiende entre octubre y marzo. Aunque 2025 ha presentado lluvias superiores al promedio, la disminución actual de caudales es un comportamiento esperado para esta época.

Las proyecciones meteorológicas, no obstante, ofrecen un panorama alentador. El Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) anunció el retorno de lluvias con tormentas eléctricas en la Amazonía y en zonas de la Sierra entre el 17 y el 20 de diciembre. En Cuenca, por ejemplo, se prevé una probabilidad de lluvias del 60% tras más de dos semanas de sequía.

Las autoridades y expertos coinciden en que la evolución de las precipitaciones en las próximas semanas será determinante para garantizar la estabilidad del sistema eléctrico ecuatoriano durante el resto del periodo de estiaje.

Fuente: Primicias

Por Yazmín Bustán

Feminista. Trabajando en visibilizar el trabajo que hacemos las mujeres,

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