En Ecuador, 3.5 millones de niños y niñas son el futuro, pero enfrentan pobreza y desnutrición. El INEC expone su realidad tras el Día del Niño.
El INEC reveló que 3.5 millones de niños y niñas viven en Ecuador. De ellos, 1.8 millones son niños y 1.7 millones, niñas. Estos pequeños, considerados el futuro de la patria, están distribuidos en las diferentes regiones del país.
Sin embargo, los desafíos para ellos persisten. El 49.4% de los niños enfrenta pobreza por necesidades básicas insatisfechas. La realidad golpea fuerte en muchos hogares. El INEC pone números a esta lucha diaria.
Más de 2.2 millones de hogares acogen al menos un niño. En 1.3 millones, las mascotas acompañan su crecimiento. Este vínculo emocional fortalece su desarrollo. La niñez ecuatoriana crece rodeada de afecto y compañía.
En Ecuador, la educación y tecnología avanzan
El 92.9% de niños de 5 a 11 años asiste a la Educación General Básica. Además, el 52.5% usa internet y el 48.8%, celulares. Sin embargo, solo el 25% accede a computadoras.
La salud infantil muestra mejoras, pero la desnutrición crónica afecta al 19.3% de menores de 2 años. En el último año, 21 mil niños más recibieron vacunas. La cobertura subió del 43.9% al 47.9%.
Nutrición y cuidado en la primera infancia
El programa “Creciendo con Nuestros Hijos” del MIES creció. Ahora, 30.6 mil niños más participan, con cobertura del 27.6%. Además, 39.5 mil accedieron a controles prenatales. La lactancia materna exclusiva alcanza a una de cada dos madres.
El acceso al agua potable también mejora. La contaminación por E. coli bajó del 38.7% al 32.9%. Estos avances reflejan un compromiso con la niñez. Sin embargo, los retos no desaparecen.
Desarrollo emocional y desafíos pendientes
Ocho de cada diez niños tienen juguetes. Cuatro de cada diez acceden a libros en casa. El 53.9% está libre de maltrato físico, pero el 46.6% sufre maltrato psicológico. El desarrollo del lenguaje avanza: los niños de 43 a 59 meses comprenden 30 palabras.
El 19.4% de las madres muestra síntomas depresivos. Esto afecta especialmente a las de educación media. La salud mental materna impacta el bienestar infantil. Las políticas públicas deben priorizar este aspecto.