En el marco del Día Mundial de la Alimentación, diversas instituciones educativas de la Zona 8 han convertido sus aulas en verdaderos espacios de aprendizaje integral, donde la tierra y la alimentación saludable son protagonistas. A través de la implementación de huertos escolares, los estudiantes no solo aprenden a sembrar alimentos, sino que también fortalecen hábitos de vida saludables.

Un claro ejemplo de este compromiso se vive en la Unidad Educativa Fiscal Réplica Guayaquil, ubicada al Sur de Guayaquil, donde en su huerto escolar se han cultivado una gran variedad de productos como yuca, plátano verde, piñas, papayas, limones ajíes e incluso plantas medicinales y pronto empezarán el cultivo de cacao.  Lo más enriquecedor de esta experiencia es que, con el acompañamiento de los docentes, los 688 estudiantes del plantel participan activamente en la cosecha y posterior preparación de alimentos: tortillas, dulces, jugos naturales y otras recetas saludables que luego son compartidas y consumidas en la institución.

Para Kiara Cabezas, de 17 años, es importante que en el colegio enseñen la importancia de cada alimento, sus nutrientes, y aprender todo desde que son semillas. “Muchas veces comemos cosas sin saber qué contienen ni cómo nos afectan a nuestro organismo. En cambio, aquí nos damos cuenta de qué alimentos nos ayudan a tener una buena salud y a estar fuertes”, relata.

La docente de Ciencias Naturales, Clara Zambrano, explica que destinan una hora para que los estudiantes rieguen las plantas o siembren nuevas. Ellos aprenden a valorar la tierra y los beneficios que nos ofrece como los alimentos de primera necesidad.  “Como parte de su aprendizaje le enseñamos la manera correcta de alimentarse, a que consuman frutas y vegetales para que puedan estar en sus horas de clases atentos”.

En la parroquia Progreso, la Unidad Educativa Fiscal Pablo Webber Cubillo va un paso más allá. Además de tener un huerto escolar cuentan con un espacio destinado a la crianza de animales. Esta iniciativa permite a los más de 600 estudiantes desde octavo año comprender de manera vivencial el ciclo de producción alimentaria, desde el cuidado de los animales hasta la preparación de alimentos nutritivos.

En una extensión de 10 hectáreas, los estudiantes cultivan una variedad de vegetales como tomates, pimientos, yuca, cacao y maíz, además de plantas frutales como mango, naranjas, limones e incluso ciruelas. También cuentan con áreas destinadas a la crianza de animales como pollos, yeguas, vacas, cerdos, cabras y conejos, todos bajo un manejo responsable y supervisión veterinaria.

Juliana Pibaque y Scarleth Orrala, quienes participaron en el cultivo de yucas explican las propiedades de este tubérculo.  “La yuca no contiene grasas, pero sí aporta vitamina C, calcio y magnesio”, dice Juliana. Mientras que Scarleth resaltó que los alimentos son 100% orgánicos. “Aquí no usamos fertilizantes ni pesticidas químicos. Aquí todos los alimentos son altos en nutrientes. Incluso usamos una lombricompostera para la fertilización del suelo”.

Por Yazmín Bustán

Feminista. Trabajando en visibilizar el trabajo que hacemos las mujeres,

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *