Se sabe que la versatilidad del café radica en que puede ser preparado y disfrutado de varias formas. Dos de las opciones más populares son el café liofilizado y el café soluble, que aunque son similares en ciertos aspectos, tienen diferencias, principalmente, en su proceso de producción y en sus atributos.

Tanto el liofilizado como el soluble son formas instantáneas de tomar café, y ofrecen comodidad y rapidez en su preparación. Sin embargo, según Daniel Collahuazo, barista de Café Minerva, en términos de complejidad para producirlo, el café liofilizado requiere de un proceso más elaborado que el café soluble.

Para aclarar las principales diferencias entre estos dos productos, el representante de Café Minerva detalla a continuación las características más destacadas de cada uno de ellos.

Sobre el café liofilizado

● Este café se obtiene mediante un proceso complejo que involucra la congelación del extracto líquido de café a temperaturas extremadamente bajas, de alrededor de -40 grados centígrados. Una vez congelado, se coloca en una cámara de vacío donde se somete a un proceso de sublimación, en el cual el agua presente se convierte directamente de estado sólido a gaseoso. “Este minucioso proceso permite conservar las propiedades aromáticas y de sabor del café de manera efectiva”, resalta el experto de Minerva.

● Una de sus principales bondades es que el café liofilizado conserva de manera notable los sabores característicos del producto, ofreciendo una experiencia similar a la del café recién preparado.

● “Al ser instantáneo, se disuelve rápidamente en agua caliente o leche, lo que lo convierte en una opción conveniente para aquellos que buscan una taza de café rápida y sin complicaciones”, comenta Collahuazo.

Sobre el café soluble

● A diferencia del liofilizado, el café soluble se produce mediante un proceso de deshidratación del extracto líquido de café, acompañado de pulverización. Este proceso implica la evaporación del agua de este extracto, lo que resulta en la formación de partículas finas de café en polvo. “El resultado será un café menos intenso en cuanto a sabores y aromas naturales”, puntualiza el especialista de Café Minerva.

● En cuanto a su aroma, algunos tipos de café soluble, como el aglomerado o el atomizado, pueden presentar ciertos matices apanelados.


Sobre la mejor alternativa

● “Si bien la preferencia estará determinada por los gustos de cada persona, lo cierto es que con un producto como Minerva Liofilizado, que es considerado premium, los consumidores podrán preparar una taza de café con espectacular sabor, gracias a sus toques de miel de maple y chocolate amargo”, manifiesta Collahuazo.

● Para disfrutarlo, solo es necesario verter 1 cucharadita de café en una taza, agregar agua o leche caliente, revolver y añadir azúcar o endulzante al gusto.

Por Yazmín Bustán

Feminista. Trabajando en visibilizar el trabajo que hacemos las mujeres,

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