La seguridad alimentaria es un tema serio. Una comida puede arruinar una fiesta divertida o incluso un momento de descanso. Los efectos van desde molestias leves como náuseas, vómitos o diarrea, hasta cuadros más graves que requieren atención hospitalaria. “Eso suele pasar por la contaminación con bacterias que se multiplican rápido y vuelven los alimentos peligrosos para el consumo”, alerta la nutricionista y Magíster en Nutrición Ana Cristina Gutiérrez, miembro del Consejo Consultor de Nutrición de Herbalife.
Para evitar situaciones así, la nutricionista comparte algunas recomendaciones para conservar bien los alimentos y cuidar tu salud. Te las compartimos aquí:
Higiene y manipulación
- Lava bien tus manos, utensilios y superficies, antes y después de cocinar. Este hábito tan simple evita la contaminación cruzada entre ingredientes crudos y los que ya están cocidos o listos para servir.
- No te olvides de las frutas y verduras: lávalas con agua corriente y déjalas en remojo con unas gotas de hipoclorito apto para sanitizar alimentos antes de consumirlas.
Temperatura correcta
- Lo caliente, bien caliente. Lo frío, bien frío. Las bajas temperaturas frenan a las bacterias, y una buena cocción las elimina.
- Si vas a llevar carne cruda para un asado, mantenla en una hielera con hielo. Mejor si ya está sazonada y bien sellada, lejos de los productos ya listos para evitar contaminaciones.
- Verifica que la carne esté bien cocida, sobre todo si tiene hueso. Muchas veces se ve lista por fuera, pero adentro todavía está cruda.
- Una vez que el pescado, pollo o carne estén listos, no los vuelvas a meter en la salsa o adobo que usaste cuando estaban crudos. Ahí pueden quedar bacterias peligrosas.
Conservación y sobras
- No dejes la comida enfriando sobre la cocina o la mesa. Guarda las sobras en recipientes y llévalas al refrigerador, al congelador o a una hielera con bolsas de hielo. “Dos horas es el tiempo máximo que los alimentos pueden estar a temperatura ambiente después de cocidos. Si hace mucho calor (más de 32 °C), ese tiempo baja a una hora”, explica Gutiérrez.
- Usa recipientes bajos (no más de dos dedos de profundidad) para que la comida se enfríe de manera más rápida y pareja.
- Consume las sobras rápidamente o congélalas.
- Elige bien el recipiente donde guardas la comida. El vidrio es ideal: fácil de limpiar, no tóxico y más sustentable. Si usas plástico, asegúrate de que esté libre de bisfenol A (BPA). No uses envases viejos, rayados o dañados.
Cuidado con comidas delicadas
- Ten más precaución con comidas líquidas o hechas con leche y derivados como estofados, strogonoff o salsas blancas. Se echan a perder más rápido porque el medio líquido favorece el crecimiento bacteriano.
Si comes fuera
- Fíjate bien dónde estás comiendo. Busca lugares donde veas limpieza, que el personal use cofia, guantes, y donde la comida esté bien conservada. En los buffets, asegúrate de que los platos estén a la temperatura correcta. Lo que queda muchas horas fuera del frío o calor adecuado puede ser un riesgo, concluye la especialista.